Una de las características que distingue a Koenigsegg de otros fabricantes independientes de hiperautos como Pagani, McLaren o Lotus, es que no delega el diseño y la fabricación de los motores que utilizan los automóviles que usan su emblema. El fabricante sueco siempre ha diseñado y construido sus propios motores, con tecnologías e innovaciones que nunca fallan en sorprendernos. Ahora, cuando comienza el camino de la electrificación de su línea, no será la excepción.
Koenigsegg acaba de presentar su primer motor eléctrico, el cual llega para romper preconcepciones. Se trata del Quark, un ultracompacto que genera una potencia máxima de 335 caballos de fuerza y 443 libras-pie de torque, lo cual es excepcional debido a que pesa menos de 66 libras (30 kg).
Las noticias asombrosas no terminan ahí, ya que la casa sueca mostró también un segundo motor eléctrico al que bautizó Terrier, presumiblemente en honor a la tenacidad de esa familia de perros. Terrier es capaz de generar una potencia nominal de 670 caballos de fuerza y 811 libras-pie de torque, y solo pesa 187 libras (84 kg). Si las cifras de potencia del Terrier son exactamente el doble de las del Quark, es porque está compuesto por dos unidades del Quark unidos a través de un inversor, por lo que se convierte en un poderoso motor eléctrico de dos rotores.
Es fácil adivinar por sus cifras de potencia que el Quark será usado en vehículos híbridos enchufables como el Gemera y otros modelos futuros, mientras que el Terrier está diseñado para mover vehículos completamente eléctricos puros, sobre los cuales Koenigsegg aún no ha anunciado plan alguno.
El Quark fue diseñado para proporcionar lo que Koenigsegg llama “flujo raxial” de energía, que fue la solución creada por el fabricante para lograr un equilibrio entre los beneficios de potencia de un diseño de un motor eléctrico de flujo radial y los beneficios de torque de un motor eléctrico de diseño de flujo axial. En términos prácticos, esto significa que el motor cuenta con un par ideal y un equilibrio de potencia, que le permite prescindir de una transmisión al reducir el peso del vehículo y eliminar las pérdidas parasitarias de potencia implícitas en una transmisión.
El CEO y fundador Christian von Koenigsegg explica que “los motores pequeños de altas revoluciones pueden tener una mayor relación entre potencia máxima y peso, pero necesitan transmisiones en la mayoría de las aplicaciones para alcanzar las rpm y el par de salida deseados, lo que genera pérdida de energía y agrega peso y complejidad para hacer el mismo trabajo. El diseño de ‘flujo raxial’ de Quark ayuda a eliminar este problema al lograr balancear potencia y torque en el diseño fundamental del motor”.
Según Dragos-Mihai Postariu, líder de diseño de motores eléctricos de Koenigsegg, “el Quark fue diseñado para reforzar el rango de baja velocidad del Gemera para lograr una aceleración brutal. El motor de combustión interna luego se enfoca en el rango de alta velocidad. Lo que esto significa en términos de rendimiento para el Gemera es un gran aumento de potencia seguido de un impulso continuo de velocidad récord a 400 km/h sin pérdidas de torque y potencia”.
Quedamos pendientes de próximos anuncios respecto a la utilización del Terrier en un futuro modelo Koenigsegg completamente eléctrico.