La palabra que viene a la mente al conducir el nuevo Mercedes Benz AMG E53 Cabriolet es, indudablemente, placer.
Este auto ostenta un corazón deportivo ataviado en un cuerpo sumamente elegante. Su volante, con partes en alcántara y partes en cuero, incluye controles desde donde se puede manipular el modo de manejo, la dureza de la suspensión y el control de tracción, además de las palancas para hacer los cambios; pese a las múltiples opciones, manejar el sistema es muy sencillo. El tablero es una pantalla de 12.3 pulgadas, totalmente digital, y ofrece tres configuraciones diferentes: una deportiva, una clásica y un modo más contemporáneo. Cuenta con las opciones de Apple CarPlay y Android Auto.
Todo lo que se controla desde el volante, también puede ser manejado desde otro centro de control ubicado entre los asientos delanteros. De los distintos modos de manejo disponibles, el más interesante es el Sport+, que lo convierte en un imponente deportivo al 100 por ciento, desactivando el control de tracción y endureciendo la suspensión; incluso el sonido que emite es el de un vehículo deportivo.
La versión que tuvimos oportunidad de probar fue el convertible turbo de doble tracción con dos puertas; en el frente encontramos luces LED, algunos sensores y una gran parrilla frontal que combina el negro con el cromo, destacando el clásico logo de Mercedes Benz. Los costados son bastante sobrios y atrás cuenta con un discreto spoiler sobre el baúl. Un detalle que no nos deja olvidar que estamos frente a un deportivo son sus llantas de 20 pulgadas.
Bajo el toldo encontramos un motor de 6 cilindros y 3 litros capaz de alcanzar aproximadamente 430 hp, además de un innovador motor eléctrico. El AMG E53 Cabriolet es capaz de acelerar de 0 a 60 millas por hora (96.5 kph) en tan solo 4.4 segundos y su consumo promedio es de 23 millas por galón. Este vehículo tiene un precio de alrededor de $95,445 dólares; no es barato, pero no hay duda de que este Mercedes Benz vale lo que cuesta.