En el papel, el muy querido Mazda MX-5 Miata ha cambiado poco desde su nacimiento hace 30 años y el transcurso de sus cuatro generaciones, la última de las cuales data de 2015. Siempre ha sido compacto, ligero y propulsado por un motor de cuatro cilindros aspirado. El fabricante japonés ya ha comenzado a trabajar en el próximo, y se debate entre la evolución y la revolución.
El equipo de desarrollo está en el proceso de definir cómo debe ser la siguiente, y una de las opciones que está considerando es un tren de potencia electrificado. Amplio y general, el término se refiere a una amplia gama de tecnologías, pero la revista británica Autocar supo que los ingenieros están buscando específicamente sistemas de propulsión híbridos y eléctricos.
Agregar un componente eléctrico al Miata es una tarea difícil. Es un roadster de pura cepa, orientado a la conducción, y es uno de los pocos vehículos que todavía se fabrican regularmente con transmisión manual. Es todo un caso de estudio, porque es un producto que va más allá de las regulaciones anticontaminantes y la eficiencia: su esencia se basa en la satisfacer a su clientela, que lo demanda desde mercados clave como Estados Unidos y Europa.
“Los gustos de las personas que gozan los deportivos podría estar cambiando y debemos analizar hacia dónde están yendo. Queremos elegir la mejor alternativa de tren motriz para mantener el vehículo liviano, pero —debido a las múltiples y diversificadas preferencias— debemos explorar varias opciones. No tengo una respuesta ahora mismo, pero necesitamos hacer un vehículo cuyo impacto medioambiental no sea una preocupación para los conductores”, explicó el jefe de diseño de Mazda, Ikudo Maeda.
El ejecutivo hizo hincapié en que aún no se ha tomado una decisión final. Si no se electrifica, es muy probable que el próximo Miata mantenga un bloque a gasolina atmosférico. Mazda ha demostrado que es capaz de reducir las emisiones y mejorar la eficiencia en el consumo sin recurrir a sistemas híbridos o eléctricos, que agregan peso. Por ejemplo, el bloque SkyActiv-X disponible en modelos como Mazda 3 ofrece una economía de combustible similar a la de un turboalimentado.
Lo que es seguro es que el próximo Miata volverá a ser pequeño y ligero. Estos dos atributos se encuentran entre los elementos esenciales del modelo, recalcaron desde la firma. «La introducción de la electricidad solo es posible si mantenemos el peso bajo control», afirmó el jefe del departamento de investigación y desarrollo de la compañía, Ichiro Hirose.
Mazda actualizó el roadster dándole más potencia a fines de 2018, por lo que no se espera que la quinta generación llegue si no hasta 2024. La compañía puede darse el lujo de tomarse su tiempo, mientras baraja las opciones de tren motriz y examina sus pros y contras.