Con dos de sus modelos entre los 100 más vendidos de Estados Unidos, Mazda era hasta esta temporada uno de los pocos fabricantes que seguían resistiéndose a la compatibilidad de sus vehículos con los sistemas de infoentretenimiento de terceros, como Apple CarPlay y Android Auto.
Pero eso cambió oficialmente para las variedades 2019, entre las que se cuentan el CX-9, un SUV que ya tiene en la calle el tercer ejemplar de su segunda generación, el cual estrena también sutiles pero no menos interesantes novedades en seguridad y confort.
Entre otras, la nueva función aporta ventajas como “la utilización de Siri o Google Voice, el uso de los idiomas que soporte el teléfono móvil conectado, tecnología de navegación amplificada con más puntos de interés, actualización continua de mapas y ayudas adicionales, como las funciones Route Sent To Car o Last 1 Mile”, informó la marca japonesa.
El sistema de infoentretenimiento de la firma, denominado MZD Connect, se asocia con Apple CarPlay a través del puerto USB y se controla mediante el mando giratorio HMI commander. Con el vehículo detenido, explicó, también se puede manejar desde la pantalla táctil de la consola central. En cambio, a Android Auto únicamente se accede con el HMI commander.
Una buena noticia para los usuarios del familiar de siete plazas es que esta actualización tecnológica ha coincidido con la llegada del iOS 12, que hoy permite aplicaciones como Waze o Google Maps al ejecutar Apple CarPlay.
Otra de las novedades del último CX-9 pasan por el trabajo de perfeccionamiento que los ingenieros de la fábrica en el apartado de ruido, asperezas y vibraciones (NHV), específicamente en lo relativo a la insonorización de la cabina.
Una buena noticia para los usuarios del familiar de siete plazas es que esta actualización tecnológica ha coincidido con la llegada del iOS 12.
Para hacer el habitáculo todavía más placentero, aumentaron el espesor de los tableros en los asientos de las dos primeras filas desde 0.4 a 0.8 pulgadas (10 a 20 mm), así como los del piso, que pasaron de 0.31 a 0.43 pulgadas (8 a 11 mm), sin afectar el peso total del vehículo.
También se mejoró la ergonometría de las butacas delanteras, que buscaban una postura fija con foco en la cintura. Las nuevas consiguieron un mayor contacto con el cuerpo, gracias a un cambio en la forma del respaldar y la adopción de un material más grueso.
Las mejoras alcanzaron también el asentamiento inferior, los soportes de la pelvis, los muslos y la cabeza, así como el ajuste general, con una ampliación de los laterales y el frente del cojín, todo lo cual aporta a la comodidad, sobre todo en trayectos largos.
Para optimizar la ventilación del asiento, Mazda puso sobre la mesa los pros y los contras de los dos sistemas disponibles en el mercado: el “push”, que empuja el aire desde el interior y ofrece un buen caudal, y el “push”, que retira la humedad y el calor. El elegido fue el segundo, fundamentalmente porque funciona de manera más homogénea y actúa a una superficie mayor del cuerpo.
Desde la posición del conductor, ahora se observa en el panel central una pantalla de siete pulgadas más dinámica y amigable, y se reemplazó la paleta del head up display por una proyección directa de la velocidad en el parabrisas. A ello, se suma un nuevo retrovisor central, con el marco reducido y mayor nitidez, y el sistema de asistencia inteligente de frenado en ciudad (SCBS).
Entre los opcionales, se encuentra la flamante visión panorámica en 360°, proporcionada por cámaras montadas adelante, atrás y en ambos espejos laterales, que se opera con un control central para acceder a vistas en detalle.
El Mazda CX-9 conserva en 2019 su motor de cuatro cilindros en línea turboalimentado de 2.5 litros, capaz de desarrollar 250 caballos de fuerza y un torque de 310 lb/ft (420 Nm), asociado a una transmisión automática de seis marchas que alimenta los dos ejes.
Según las estimaciones de la EPA, el rendimiento urbano alcanza las 22 mpg (9.4 kpl), mientras que en carretera se empina hasta las 28 mpg (11.9 kpl).
La versión base (Sport) figura con un valor referencial desde $32,280 dólares, mientras que la tope de gama (Signature) alcanza los $45,365 dólares, precios a los que se debe sumar el importe obligatorio de destino de $995 dólares.