Cuando los fabricantes de automóviles quieren que el público se entusiasme con el futuro, fabrican autos conceptuales. Y ahora mismo, la NASA está demostrando que esta idea no sólo funciona para llamar la atención sobre los sedanes y SUVs del futuro, sino que también para la (futura) exploración de Marte.
El concepto Mars Rover de la NASA no se manejará por la yerma superficie del Planeta Rojo, pero su llamativo diseño de seguro atraerá la atención de la gente. El vehículo será exhibido en el Complejo de Visitantes del Centro Espacial Kennedy para promover el programa «Verano de Marte», ha dicho la Agencia Espacial en su blog. Este programa fue creado para informar al público sobre los esfuerzos que realiza la NASA en la exploración de Marte.
El Mars Rover fue construido por Parker Brothers Concepts, un equipo con sede en la Florida que construyó una réplica del Batmobile «Tumbler», carro con el que un equipo saudita intentó (sin éxito) entrar en el rally Gumball 3000. El Tumbler parece haber influido bastante en el diseño del Mars Rover de seis ruedas, el cual parece decididamente más duro que los vehículos espaciales de la vida real.
Según la NASA, el Mars Rover es eléctrico, y utiliza energía suministrada por unos paneles solares y de una batería de 700 voltios. Se puede dividir en dos, permitiendo a los astronautas utilizar la sección delantera como vehículo de exploración, y la trasera como un laboratorio. La NASA señaló que este diseño, exactamente, no representa lo que planean enviar a Marte, y que ningún dinero de los contribuyentes se utilizó para financiar este concepto.
Si bien puede parecer pura ciencia ficción, el concepto Mars Rover parece ser la herramienta perfecta atraer a la gente interesada en la exploración espacial. Se exhibirá en el Centro Espacial Kennedy durante las próximas semanas, después de lo cual iniciará un recorrido por la costa este entre julio y agosto.
Mientras tanto, el próximo Mars Rover “real” de la NASA llegaría a Marte en 2020. Explorará el suelo marciano e busca señales de vida microbiana pasada, y recolectará muestras para traerlas —eventualmente, si todo sale bien— de vuelta a la Tierra.