Hoy por hoy, la mayoría de los fabricantes están compitiendo para poner los automóviles autodirigidos a disposición de las masas lo antes posible. De momento, nadie está de acuerdo sobre cuándo empezarán a mezclarse con los carros “dirigidos” e invadir las calles y carreteras del mundo, pero una cosa es cierta: Lamborghini no tiene el más mínimo interés en ser parte de esta futurista “revolución autónoma”.
«Si compras un Lamborghini, lo compras para divertirte y disfrutar de la conducción», afirmó en una entrevista con Digital Trends Maurizio Reggiani, jefe del departamento de Investigación y Desarrollo del Toro Salvaje, todo en el marco del Salón del Automóvil de Frankfurt. «Si hablamos de auténtica y completa conducción autónoma, creo que seremos la última marca en ofrecerla», agregó.
No nos sorprenden sus comentarios. Porque, a fin de cuentas, ¿cuál es la gracia de poseer un Aventador o un Huracán, máquinas de alto rendimiento que no se suelen manejar diariamente? ¿Acaso sería el subirse en la parte de atrás y acomodarse para leer un libro, todo mientras el prodigioso carro se conduce por sí mismo? Un Lamborghini superdeportivo autónomo no está ni siquiera en consideración. Eso sí, la historia cambia un poco cuando consideramos al Urus, el nuevo SUV que Lamborghini presentará antes de fin de año.
«Tendremos [en el Urus] control de crucero adaptativo, una cámara, y sistemas de mantenimiento de carril. Todas las funciones disponibles en un vehículo premium estarán disponibles en el Urus, pero nada que se aproxime a la auténtica conducción autónoma», reveló Reggiani. Se incluyen, por descontado, varios modos de conducción optimizados para diferentes superficies, como el asfalto, la nieve y la arena.
Desarrollar la tecnología autónoma para sus modelos es algo que parece haber sido descartado —y por buenas razones—, aunque Lamborghini deja e este punto la puerta abierta a la conectividad en el vehículo.
«También tendremos conectividad en el Urus. Para nosotros, la conectividad debe ser una especie de experiencia del cliente en Lamborghini. Queremos traer a los compradores un sistema exclusivo, no algo que ya esté disponible en el mercado», explicó Reggiani. No proporcionó más detalles al respecto, pero no tendremos que esperar mucho para averiguar qué tipo de software vendrá con el primer Lamborghini todoterreno del siglo XXI.
El jefe de I+D insinuó que no deberíamos esperar encontrar el mismo nivel de conectividad en los carros superdeportivos de Lamborghini. Y es que los artilugios modernos, como las pantallas táctiles del tamaño de un televisor, software controlado por los gestos y otras sorpresas ocultas, compiten sin piedad por la atención del conductor, alejando la experiencia pura de la conducción general. Y la experiencia pura del manejo es casi sinónimo de Lamborghini.