Transformada en una de las cuatro marcas del Grupo Fiat Chrysler (FCA), Jeep exhibe hoy una particularidad que pocos fabricantes pueden ostentar: tiene a todos sus modelos —con la excepción de la debutante camioneta Gladiator— entre los 100 más vendidos en Estados Unidos.
Uno de ellos es el Wrangler, heredero de un linaje único, que nació hace casi 80 años como un vehículo de transporte encargado por el Ejército de Estados Unidos para la Segunda Guerra Mundial. Fue tal su popularidad que, una vez terminado el conflicto, se creó una versión civil que inauguró un segmento.
Estrenada en 2018, la cuarta generación de este clásico ofrece siete niveles de acabado, con el Rubicon que te mostramos en este capítulo de MotorTech al tope del catálogo. Disponible desde $38,045 dólares, la adición de opcionales, como el paquete de accesorios de Mopar, puede llevarlo a valores cercanos a los $60,000 dólares.
El Jeep Wrangler Rubicon es el juguete perfecto para quienes disfrutan de las aventuras lejos del asfalto. Aunque no se amilana en la ciudad, pues tiene una marcha confortable y una posición de manejo elevada, no es recomendable para viajes a altas velocidades por la carretera. Lo suyo es la vida al aire libre, ojalá despojado del techo, sus puertas y hasta el parabrisas.
La variante es propulsada por un V6 gasolinero de 3.6 litros, ligado a una caja manual Aisin de seis velocidades. La configuración entrega una potencia de 285 hp y 260 lb-ft (353 Nm) de torque. A la vista, resaltan sus llantas de 17 pulgadas premunidas de neumáticos 285/70 y su suspensión Fox.
Partiendo por su convencional grupo de instrumentos y su pantalla táctil cuadrada de 7 pulgadas, su interior es sencillo, pero cómodo, con suficiente espacio para cuatro pasajeros. Entre los opcionales que disfrutamos, contamos el sistema de sonido Alpine de nueve altavoces, las defensas de acero, los asientos de cuero y el grupo luz LED, que incluye faros reflectores y antiniebla.