Cuando de vehículos realmente grandes se trata, los fabricantes estadounidenses dan cátedra. Con Cadillac Escalade y Lincoln Navigator en la cima de la pirámide del refinamiento (y los precios), hay un segmento tremendamente competitivo de SUV de tamaño completo pensadas en el consumo masivo.
La batalla es sin cuartel entre tres poderosos competidores. Chevrolet Tahoe, Ford Expedition y GMC Yukon se pelean cada décima del mercado, mientras que desde Asia asoman rivales igual de competitivos, como Nissan Armada, Toyota Land Cruiser y, más recientemente, Hyundai Palisade o Kia Telluride.
Disponible en niveles de acabado SLE, SLT Standard Edition y SLT, la GMC Yukon que nos ocupa en esta edición de Motortech representa uno de los modelos más longevos que conozca la industria, nacido en 1991 como sucesor de la Jimny.
La unidad que revisamos en esta oportunidad pertenece a una cuarta y más exclusiva versión, la Denali. Además, es la de tamaño extendido XL, rival de la Chevrolet Suburban y la Ford Expedition MAX.
En su edición de 2019, la GMC Yukon XL Denali equipa un bloque V8 aspirado de la familia EcoTec3, de 6.2 litros, asociado a una trasmisión automática de 10 velocidades. El motor entrega una potencia máxima de 420 hp y un torque de 460 lb/ft (624 Nm).
Con semejante planta motriz, uno de los puntos históricamente bajos de esta variedad ha sido el consumo de combustible. La EPA ha certificado un rendimiento de 14 mpg (6 kml) en la ciudad y 23 mpg (9.8 kml) en la carretera. Las cifras son exiguas, pero no alcanzan para ser catalogadas como las menos eficientes de la industria.
En lo que sí es generosa la GMC Yukon XL Denali es en tamaño y lujo. Desde su parrilla cromada multidimensional hasta su techo panorámico, todo es grande y exclusivo, pasando por las llantas de 22 pulgadas, sus estriberas eléctricas, el interior en madera y su tapiz de piel.