La movilidad eléctrica se ha vuelto un tema de todos los días: el futuro nos alcanzó y hablar de coches eléctricos es recurrente. No solo los autos terrenales y asequibles cuentan con esta tecnología, también los vehículos de competición, y es en estos donde los fabricantes ponen todo su conocimiento para luego llevarlo a las calles.
Porsche y Nissan acaban de anunciar su compromiso con la Formula E, la era de la Gen3, donde cambia el reglamento, se hacen adecuaciones y todos tienen en mente el mismo resultado: mejorar las tecnologías eléctricas y hacerlas más asequibles.
En la Gen3 se tomarán en cuenta varios aspectos, entre ellos el rendimiento y la eficiencia del conjunto, vehículos más poderosos, de menor peso, que disminuyan el tiempo de carga y soporten mayores cifras de poder, todo dentro de un presupuesto limitado para lograr que los constructores mantengan contenidos sus costos de producción.
Los autos de Gen3 se vuelven un hito en la evolución de la Fórmula E. El rendimiento se mejora de forma significativa. En calificaciones, la potencia queda en 350 kW (470 hp), mientras que en modo competencia se sitúa en los 300 kW, cuando en Gen2 eran solo 200.
Otro punto importante es el tiempo de carga. Ahora las paradas en pits tomarán solo unos segundos, ya que los cargadores podrán proporcionar hasta 600 kW. ¿Qué importancia tiene esto? Reducir tiempos de carga se puede trasladar a los autos de calle con el fin de mejorar su aceptación y facilitar su utilización en el día a día.
En lo que respecta a Nissan, su compromiso al ser partícipe de la Fórmula E es traer vehículos de cero emisiones al público en general como parte de su objetivo de neutralidad de carbón para 2050, y tener una gama por completo eléctrica para 2030.
Con esto queda claro que, con el tiempo, hemos logrado ver los avances de los autos de Fórmula 1 en vehículos cotidianos. De la misma manera, la Fórmula E es un escaparate de la capacidad que pueden tener las tecnologías eléctricas.