¿Quién podría dudar que el Ford GT es un carro incendiario? Lo es de manera metafórica, porque es un purasangre deseado, tan o más digno que cualquier Ferrari para ser el fondo de escritorio de tu teléfono inteligente. El problema es que también lo es literalmente y el fabricante estadounidense ya se está contactando con los propietarios para solucionar el problema.
Con 194 unidades involucradas en Estados Unidos y otras 18 en Canadá, la falla radica en una filtración del líquido de frenos que puede llegar hasta la línea de escape. El fluido no es solo bastante corrosivo, sino que además muy inflamable, por lo que puede generar fuego si llega hasta el conducto metálico incandescente.
Así le ocurrió en junio a un usuario en Múnich, Alemania, cuyo superdeportivo avaluado en $450,000 dólares fue consumido por las llamas. Para su suerte, Ford le entregó uno completamente nuevo, que no es la medida que quisiera repetir la casa del óvalo azul con los más de 200 posibles afectados en Norteamérica.
A modo de superar el inconveniente, los concesionarios realizarán una actualización de software, para evitar que la unidad de control electrónica que comanda el vehículo genere una presión excesiva en la línea por donde corre el líquido de frenos. Como el GT no puede recibir nuevas versiones del programa por Wi-Fi, los propietarios deberán llevar su automóvil al servicio más cercano. La reparación, por supuesto, será gratuita.
Los técnicos también instalarán una válvula de retención hidráulica en cada carro. Además, piezas como las juntas tóricas y el filtro podrían ser reemplazadas si han sido dañadas por una presión excesiva.
Los 194 ejemplares sujetos a la revisión en Estados Unidos fueron construidos entre el 20 de diciembre de 2016 y el 31 de julio de 2018. La cifra es ínfima si se la compara con las superventas de Ford en dicho mercado, la camioneta F-Series, que contabilizó 900 mil nuevas unidades puestas en la calle en el transcurso del año pasado, pero abarca casi todos los GT ensamblados desde que comenzó la producción.