La sensación de conducción y la mecánica son muy distintas cuando comparamos las transmisiones manuales con las automáticas. Las transmisiones automáticas cambian (como es obvio) automáticamente de marcha según sea necesario, mientras que las transmisiones manuales requieren de un conjunto de habilidades para manejarlas, las cuales brindan a los conductores un mayor control sobre los cambios y la potencia del motor. No por nada, muchos piensan que otorga la mejor experiencia de conducción en general.
Como se ve, las diferencias no son nada superficiales, y por ello es bueno tenerlo todo muy claro. Comparamos a continuación los diferentes tipos de transmisión de un auto.
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Transmisión manual
La transmisión manual o mecánica, es también conocida como la stick-shift, o la de la palanca de cambios porque el conductor —literalmente— usa una palanca para cambiar de marcha. Muchos recordaremos los carros y las camionetas de nuestros padres o abuelos, con la palanca de cambios montada en la columna de dirección, atrás y a la derecha del volante, casi en horizontal. Los modelos modernos traen esta palanca montada verticalmente en la consola central, conectada a la transmisión a través de un varillaje.
Para cambiar los engranajes, un disco de embrague intercalado entre el motor y la transmisión debe ser liberado a través de un tercer pedal ubicado en el lado izquierdo del freno. Pisas el pedal de embrague, se libera el disco, seleccionas la marcha, sueltas el pedal, se engancha nuevamente el disco… y ya está. Partiendo desde un punto muerto, el engranar el embrague con demasiada lentitud desgastará el disco prematuramente, y si lo acoplas demasiado rápido, harás que el motor se detenga. Aprender a manejar con una transmisión manual toma tiempo, pero es gratificante y mucho más simple de lo que parece. Además, los conductores que saben manejar con una transmisión manual pueden manejar prácticamente cualquier tipo de automóvil y en cualquier parte del mundo.
Las transmisiones manuales de tres marchas o velocidades fueron comunes en los años 40 y 50. Más engranajes se iban agregando a medida que la tecnología del motor mejoraba, haciendo que los autos fueran más rápidos y eficientes. Los modelos con cuatro marchas fueron la norma durante décadas. Luego, llegaron los de cinco, y ahora, de seis… Algunos modelos deportivos de gama alta, como el Porsche 911 y el Chevrolet Corvette, ofrecen siete velocidades.
Transmisión automática
Parece increíble, pero alguna vez la idea de una transmisión que pudiese cambiarse por sí sola se consideraba un lujo y era una opción costosa. Pero lo cierto es que, hoy en día, la transmisión automática se ha generalizado y “democratizado” bastante.
Hay dos tipos básicos de transmisiones automáticas: la automática tradicional, la cual está conectada al motor a través de un convertidor de par hidráulico; otra es la automática de doble embrague, la cual se basa (como su nombre lo indica) en un par de embragues. Ambas pueden cambiar de marcha sin la intervención directa del conductor. Este proceso se realiza hidráulica o electrónicamente al monitorear algunos parámetros importantes, como la posición del acelerador, la velocidad a la que va el automóvil y las revoluciones por minuto del motor. En algunos modelos automáticos, los engranajes se pueden seleccionar manualmente, usando una palanca de cambio o unas paletas (levas) montadas trás del volante.
Tener solo dos pedales ofrece muchas ventajas. Es casi imposible que se pare el motor con esta configuración, y un carro automático tiende a ser más suave y más cómodo de conducir que uno manual, especialmente en una situación de tráfico intermitente. Además, una caja de cambios automática normalmente requiere menos mantenimiento, aunque eso puede variar de un modelo a otro. Una caja de cambios automática de doble embrague a menudo cambia de marcha en apenas unos milisegundos, otorgando así un mayor rendimiento y eficiencia.
Las transmisiones automáticas de cuatro velocidades fueron la norma en la industria durante mucho tiempo. Sin embargo, las automáticas de seis, siete y ocho velocidades son muy comunes en la actualidad. Honda tiene una transmisión de nueve velocidades; Ford y General Motors incluso tienen una de diez velocidades en el mercado. Contar con más marchas se traduce en una mejor aceleración, una conducción en carretera más silenciosa y una economía de combustible mejorada.
CVT
El tercer tipo principal de transmisión es la Variable Continua o CVT. En lugar de engranajes, las CVT se valen de un sistema de correas y poleas que proporcionan un número infinito de relaciones. En otras palabras, la transmisión nunca cambia. Las CVT también se encuentran en scooters, motocicletas y motos de nieve. En términos generales, un auto equipado con un CVT es más suave de conducir que un modelo equipado con una transmisión automática regular. Un CVT también puede mejorar el consumo de gasolina, lo que explica por qué muchos autos híbridos están equipados con estas transmisiones.
Algunos compradores encuentran que, al no cambiar ni sentir los cambios, manejar un automóvil con CVT por primera vez es algo extraño. En un intento por promover este modelo, los fabricantes ofrecen automóviles equipados con CVT con paletas de cambio que seleccionan unas relaciones pre-programadas y que imitan los engranajes de forma automática. Aun así, no todos los conductores disfrutan de un auto con CVT. Nuestro consejo es probarlo antes de decidir. Las CVT se encuentran en muchos modelos del mercado japonés, y cada vez son más comunes en los Estados Unidos. El Subaru Crosstrek, el Mitsubishi Outlander Sport, el Honda CR-V y el Chevrolet Spark se encuentran entre los modelos que vienen con CVT. Además, algunos autos de rendimiento, especialmente el Subaru WRX, ofrecen una CVT en lugar de una automática estándar.
¿Qué transmisión me conviene?
El tipo de transmisión que debe tener tu próximo carro depende de dos factores importantes: el tipo de vehículo que estás mirando y tu estilo de manejo. Si el término «dinámica de manejo» no ocupa un lugar destacado en tu lista de prioridades, lo más probable es que la tranquilidad que proporciona una transmisión automática o CVT sea perfecta para tus gustos y necesidades. Si te consideras un fanático del manejo, un automóvil con transmisión manual será siempre más entretenido de manejar. Sin embargo, es posible que no tengas demasiadas opciones, ya que muchos autos nuevos ofrecen sólo un tipo de transmisión, y la manual o mecánica no suele estar entre ellas, al menos, en los EEUU.