El gobierno de Obama acaba de anunciar un amplio plan de apoyo para incentivar el cambio a los vehículos eléctricos (EV). En un comunicado de prensa emitido por la Casa Blanca, la administración de Obama se comprometió a adoptar políticas que reduzcan la dependencia de Estados Unidos al petróleo, y en su lugar aumenten el acceso a energías limpias que combatan el cambio climático. Este apoyo a los vehículos eléctricos involucra un apoyo a la infraestructura de carga necesaria.
Trabajando junto con estados, ciudades y municipios, compañías de servicios públicos, compañías de la industria automotriz, agencias de cambio y compañías de inversión, el Gobierno Federal se ha comprometido a crear 48 corredores nacionales de carga para vehículos eléctricos en las carreteras de los Estados Unidos. El objetivo es asegurar que los conductores estadounidenses de EV puedan acceder a las estaciones de carga sus casas, en sus trabajos y —por supuesto— cuando viajen.
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El Departamento de Transporte de los Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés) está proyectando 48 corredores de carga que cubrirán casi 25,000 millas en 55 autopistas interestatales de 35 estados —más el Distrito de Columbia. Hay ya 28 estados, localidades y empresas del sector privado que están actualmente trabajando para acelerar este despliegue. Además, hasta la fecha, 24 gobiernos estatales y locales, más el gobierno federal, se habían ya comprometido a aumentar la adquisición de vehículos eléctricos para sus propias flotas.
El Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE) evaluarála manera más óptima de desplegar la infraestructura de carga para los vehículos eléctricos. Actualmente, el DOE está llevando a cabo dos estudios en la evaluación de este despliegue. Otras treinta y ocho empresas, organizaciones sin fines de lucro, universidades y compañías de servicios públicos, se están uniendo a este Workplace Charging Challenge del Departamento de Energía. Con esta iniciativa, las entidades se comprometen a proporcionar la infraestructura necesaria para la recarga de vehículos eléctricos.
Desde 2008, los modelos enchufables han aumentado en más de un 20 por ciento, a la vez que los costes de las baterías para los EV han bajado un 70 por ciento. En este mismo lapso de tiempo, los EE.UU. han visto un aumentar en 40 veces las estaciones de carga, pasando de 500 en 2008 a más de 16,000 en la actualidad. Estos aumentos son en verdad significativos, pero tal y como ha dicho la Casa Blanca, “queda aún mucho trabajo por hacer”.
Uno de los objetivos de este plan es que los conductores de Vehículos Eléctricos puedan encontrar estaciones de carga cada 50 millas. BMW, General Motors y Nissan están entre las compañías del sector privado que han mostrado su apoyo a este anuncio de la Casa Blanca. Sorprendentemente Tesla y Faraday Future, los dos únicos fabricantes de automóviles exclusivamente eléctricos dentro de los EE.UU., no han figurado en esta lista inicial.