En las condiciones adecuadas, el sistema Super Cruise de Cadillac es capaz de manejar un automóvil en tramos de carretera con poca intervención humana tras del volante. Pero el Super Cruise solo está disponible en el sedán insignia de Cadillac, el CT6, y todo indica que la marca de lujo de General Motors se está tomando su tiempo para poner este sistema en otros modelos.
En el Auto Show de Nueva York 2018, Cadillac presentó su nuevo SUV XT4, y la gran pregunta era si este último Cadillac vendría con el Super Cruise. La respuesta es no… por ahora. Funcionarios de Cadillac dijeron a Motor Authority que el Super Cruise se agregará como una opción en el XT4 en una fecha posterior, aunque no se especificó cuando.
El portavoz de Cadillac, Donny Nordlicht, confirmó al sitio web que el Super Cruise no estará disponible en el XT4 cuando se lance al mercado a finales de este año. Johan de Nysschen, presidente de la compañía, citó el costo del sistema como una barrera, pero dijo que se agregaría más adelante.
Cadillac actualmente cobra $5,000 extras por poner Super Cruise en el CT6, aunque el sistema incluye una suspensión Magnetic Ride Control y dirección en las cuatro ruedas. Para obtener Super Cruise, los compradores deben seleccionar el segundo nivel de equipamiento más caro, el Premium Luxury, que comienza en $66,290 dólares. El CT6 en sí mismo es uno de los modelos más caros de Cadillac, por lo que tiene sentido que el fabricante no puede ofrecer Super Cruise en el XT4 con los precios actuales.
El XT4 se desarrolló como un modelo de nivel de entrada para atraer compradores más jóvenes a Cadillac. Comenzará en $35,790 dólares cuando llegue a los concesionarios este otoño. Pero aún tiene sentido que Cadillac ofrezca el Super Cruise en el XT4, al menos, eventualmente.
Dada la cantidad de dinero que General Motors ha invertido en el desarrollo de Super Cruise, así como el largo período de gestación del sistema (se debatió por primera vez en 2012), sería extraño que Cadillac limitara su disponibilidad a un solo modelo. Eso haría más difícil obtener un retorno de inversión, y pondría a Cadillac en desventaja frente a fabricantes de automóviles rivales que sí permiten que este tipo de tecnología se filtre más libremente a través de sus alineaciones.