Enfocada en los autos eléctricos será la nueva planta que Aston Martin ha construido en St. Athan, Gales. Allí, la casa británica ensamblará el primer modelo sin gasolina de su historia, así como la futura gama de lujo bajo la submarca Lagonda.
El primer ejemplar que salga de la fábrica aledaña a la ciudad de Cardiff será una versión eléctrica de cuatro puertas del Rapide. Conocido originalmente como «RapidE», su nombre definitivo será «Rapide E».
A falta de las especificaciones oficiales, el prototipo presentado en 2015 tenía entre 800 y 1,000 caballos de fuerza (hp) y un rango de autonomía cercano a las 200 millas (322 kilómetros). Es probable que la producción –que comenzará en 2019- sea limitada, a modo de preparación para la fabricación a gran escala de este tipo de vehículos.
El Rapide E será seguido en 2021 por el primer automóvil eléctrico producido bajo la submarca Lagonda, que data de 1904 pero fue comprada a mediados de siglo por David Brown, el entonces controlador de Aston Martin, quien terminó fusionándolas. La denominación se ha utilizado esporádicamente en sedanes de lujo, como ocurrió en 2014 con el Lagonda Taraf.
Fue en el Salón del Automóvil de Ginebra 2018 donde Aston Martin anunció sus planes para revivir a punta de electricidad el nombre Lagonda y develó el conceptual Lagonda Vision, una limusina de aspecto futurista. Se espera que la submarca base su primer modelo en dicho prototipo, para luego enfocarse en el desarrollo de un SUV y un coupé.
De cualquier modo, no todo en St. Athan se alejará de los combustibles fósiles. La fábrica, que se encuentra en una antigua base de la Royal Air Force, también construirá el primer SUV de Aston. Se presume que estará inspirado en el conceptual DBX lanzado en el Salón del Automóvil de Ginebra 2015. Mientras que el original contaba con un tren motriz eléctrico, se espera que el SUV de producción use un bloque a combustión interna. Bentley Bentayga, Rolls-Royce Cullinan y Lamborghini Urus han demostrado que el interés por vehículos familiares de gama alta es creciente.
Tanto la producción del SUV como del eléctrico Rapide E debería de comenzar en 2019. Aston se mudó a las instalaciones de St. Athan el año pasado, ocasión que celebró con una sesión de donas efectuada por automóviles avaluados en $83.4 millones de dólares. El fabricante dijo que espera terminar el proceso de conversión de tres grandes hangares en una línea de ensamblaje para el cabal inicio de sus operaciones en la planta galesa.