Más de 30 años de trayectoria en Apple posicionaron a Jonathan Ive o Sir Jonny como una de las figuras más trascendentales no solo para la compañía de Cupertino, sino en la historia de la tecnología.
Sostener que Ive pudo haber sido más decisivo en el éxito de Apple que su propio fundador Steve Jobs, podría parecer una exageración. Después de todo, si Jobs no hubiese regresado a la compañía a finales de los noventa, esta con seguridad podría haber quebrado o sido vendida.
Sin embargo, para muchos el rol de este diseñador industrial británico fue tan relevante para el éxito de Apple como el del propio fundador: de su mente creativa surgieron productos como los diseños de la iMac, la MacBook, el iPod, el iPhone y la iPad.
Aunque tras la muerte de Jobs, en 2011, el poder recayó en Tim Cook, quien se convirtió en director ejecutivo de Apple, fue Ive quien se transformó en el “alma creativa”.
“Lo que hemos demostrado es que a las personas sí les importa. No se trata solo de la estética. Se preocupan por las cosas bien concebidas y hechas […] Nuestro éxito es una victoria por la pureza, la integridad”, afirmó en una entrevista con Time.
El socio espiritual
Ive llegó a Apple en 1992 y abandonó la empresa a fines de 2019. Su primer trabajo fue diseñar el Lindy MessagePad 110, como se denominó la segunda generación del Newton MessagePad. Se trataba de una PDA con pantalla de vidrio y bolígrafo que, aunque no fue un éxito comercial, ganó múltiples premios e incluso se exhibe en el Museo de Arte Moderno de San Francisco.
Sin embargo, el despegue de su influencia al interior de la empresa solo llegaría tras el regreso de Jobs. Aunque el fundador de Apple tenía a otros candidatos, Ive se fue ganó su confianza con el tiempo. Ambos trabajaron de manera estrecha en el diseño de las iMac G3, que llegaron a darle colorido a las entonces grises computadoras.
Más tarde, en 2001, llegaría el iPod. A Ive se le atribuye la elección de su limpio color blanco, una diferencia con los dispositivos de la época, en los que abundaban el negro y plateado. Jobs se refirió a Ive como su “socio espiritual” y su papel se volvió más relevante que nunca.
Sin embargo, el iPhone fue el diseño más trascendental en la historia de Ive. No era el primer teléfono con pantalla táctil, pero sí el más fácil de usar hasta entonces, todo esto reforzado con un diseño elegante y minimalista. Pronto llegarían la iPad, la MacBook Air y el Apple Watch, todos con su sello.
Ive dejó Apple en 2019 para fundar su propia compañía, LoveFrom, pero su sello sigue vigente. Y es que para una empresa que construyó su reputación a base del diseño, no es de extrañar que Sir Jony haya desempeñado un papel tan importante.