El emprendedor Guillermo Söhnlein, es cofundador de OceanGate, nacido en Argentina, salió a responder las críticas por los supuestos problemas de seguridad que tenía el sumergible Titán.
“La intención de todas estas misiones no es realizar viajes de placer hasta este naufragio. Todos los que bajan allí tienen una reverencia extrema por los restos del naufragio como lugar de sepultura. Y en todo caso, todos los que bajan allí lo hacen para preservar los recuerdos y documentar la tumba en sí”, dijo el empresario.
En declaraciones a la emisora británica BBC Radio 4 dijo que aquellos que comentan sobre asuntos relativos a las condiciones de seguridad del sumergible siniestrado Titan no están “totalmente informados”.
“Las personas no hacen más que equiparar certificación con seguridad e ignoran los 14 años de desarrollo del sumergible Titán”, lamentó.
Söhnlein también argumentó que las regulaciones sobre este tipo de sumergibles son muy pobres.
“Existen regulaciones vigentes, pero como se puede imaginar, no hay muchos submarinos que vayan tan profundo. Entonces, las regulaciones son bastante escasas y muchas de ellas son anticuadas o están diseñadas para casos específicos. Así que es un poco complicado navegar por esos, esos esquemas regulatorios.”
Por último, comparó lo ocurrido con el Titán, con el mundo de la exploración espacial.
“Uno de los riesgos que corre la comunidad cada vez que opera es que si hay algún tipo de falla catastrófica, el público en general reaccionará contra toda la comunidad y básicamente dirá que no debería ocurrir. Pero al igual que con la exploración espacial, la mejor manera de preservar los recuerdos y el legado de estos cinco exploradores es realizar una investigación para averiguar qué salió mal. Tomar las lecciones aprendidas y luego seguir adelante”, dijo Söhnlein.