Las superbacterias son microorganismos que han desarrollado resistencia a los antibióticos y otros medicamentos que se usan para tratar las infecciones que causan. Estas bacterias pueden provocar enfermedades graves y difíciles de curar, como la neumonía, la tuberculosis o la septicemia. Según algunos expertos, las superbacterias podrían ser la nueva pandemia del siglo XXI, causando millones de muertes al año .
El problema de las superbacterias se debe al uso excesivo e inadecuado de los antibióticos, tanto en humanos como en animales. Esto hace que las bacterias se expongan a estos fármacos y muten para sobrevivir. Además, el ritmo de descubrimiento de nuevos antibióticos es muy lento, lo que dificulta encontrar tratamientos efectivos para las infecciones resistentes .
Sin embargo, una posible salida a esto podría estar en camino gracias a la IA, ya que investigadores de la Universidad de McMaster utilizaron esta tecnología para encontrar los elementos capaces de matar a la Acinetobacter baumannii, que puede infectar heridas y causar neumonía.
Es una de las tres superbacterias que la Organización Mundial de la Salud ha identificado como una amenaza «crítica».
El Dr. Jonathan Stokes, de la Universidad McMaster, describe el error como «enemigo público número uno», ya que es «realmente común» encontrar casos en los que es «resistente a casi todos los antibióticos».
Para crear este antibiótico, tomaron miles de medicamentos donde se conocía la estructura química precisa, y los probaron manualmente en Acinetobacter baumannii para ver cuál podría ralentizarlo o matarlo. Esta información se introdujo en la IA para que pudiera aprender las características químicas de los medicamentos que podrían atacar a la bacteria problemática.
La IA se desató en una lista de 6.680 compuestos cuya efectividad era desconocida. Los resultados, publicados en Nature Chemical Biology, mostraron que la IA tardó una hora y media en producir una lista corta.
Los investigadores probaron 240 en el laboratorio y encontraron nueve antibióticos potenciales. Uno de ellos fue el increíblemente potente antibiótico abaucina.
Los experimentos de laboratorio mostraron que podía tratar heridas infectadas en ratones y fue capaz de matar muestras de A. baumannii de pacientes.
Sin embargo, el Dr. Stokes me dijo: «Aquí es cuando comienza el trabajo».
El siguiente paso es perfeccionar el medicamento en el laboratorio y luego realizar ensayos clínicos. Él espera que los primeros antibióticos de IA podrían tomar hasta 2030 hasta que estén disponibles para ser recetados.
«La IA mejora la tasa y, en un mundo perfecto, disminuye el costo, con el que podemos descubrir estas nuevas clases de antibióticos que necesitamos desesperadamente», me dijo el Dr. Stokes.