A diferencia de Mercedes-Benz o Jaguar, la relación de Lexus con los motores enormes de alto desplazamiento de ocho cilindros o más asociados con los autos de prestigio es reciente y no muy profunda.
Lexus, fundada en 1989, es el canal de modelos prémium de Toyota, un fabricante que se convirtió en uno de los colosos automotrices más grandes e importantes del mundo gracias a la durabilidad y confiabilidad de carros pequeños y económicos de cuatro cilindros. Es por eso que a pesar de las pataletas de muchos fanáticos, indignados por la mera probabilidad de que el sucesor espiritual del Lexus LFA sea un vehículo eléctrico, esa posibilidad tiene una tonelada de sentido.
El Lexus LFA, construido entre 2011 y 2013, fue un portentoso biplaza de dos puertas movido por un complicado motor V10 de 4.8 litros de altísimas revoluciones, una máquina desarrollada en conjunto con Yamaha, cuyo rugido recordaba al de un motor de Fórmula 1. Este es uno de los puntos que irrita a los detractores de la idea de que el LFA pueda ser emulado por un auto eléctrico, ya que estos no hacen ruido.
A pesar de las objeciones, el auto descrito con el nombre Lexus Electrified Sports EV, o Vehículo Eléctrico Deportivo Electrificado Lexus, mostrado el martes en el evento de revelación del futuro eléctrico de Toyota, luce como un merecedor heredero del Lexus hiperdeportivo, del cual solo se construyeron 500 unidades.
Cuando sea producido, probablemente con un nombre distinto, este deportivo eléctrico liderará de manera espiritual, aunque definitivamente no en ventas, la alineación de Lexus. Se trata de un auto diseñado específicamente para llamar la atención, llevar compradores a los concesionarios y reafirmar el compromiso de Lexus con la electrificación de su alineación, que al menos en Estados Unidos, China y Europa será completamente eléctrica para 2030.
Pero hay más. A pesar de los pocos detalles técnicos ofrecidos en la presentación, el CEO de Toyota dijo que el Lexus Electrified Sports EV se beneficia de la misma “salsa secreta” creada para el LFA, que incluyen sus dinámicas de manejo y cifras de desempeño, como una aceleración de 0 100 km/h (62 mph) en alrededor de dos segundos.
A diferencia del LFA, el nuevo deportivo eléctrico de Lexus almacenará su energía en baterías de estado sólido, que hay que aclarar aún son desarrolladas; según su fabricante, deberían darle al sucesor eléctrico del LFA una autonomía cercana a los 700 kilómetros (435 millas) por carga.
Lexus proyecta vender un millón de vehículos eléctricos por año a nivel global para 2035. Un vehículo de producción basado en el Lexus Electrified Sports EV que alcance todas las promesas hechas en la presentación del futuro eléctrico de Toyota podría ser el modelo líder perfecto en la persecución de esa meta.