El vehículo explorador Perseverance aterrizó el 18 de febrero sobre la superficie de Marte, específicamente en el cráter Jezero, el cual se creía era un antiguo lago.
Ahora, el análisis de las imágenes capturadas por el robot confirman la teoría de los científicos: hace millones de años, Jezero estaba lleno de agua.
El estudio publicado en Science reúne el trabajo de un grupo interdisciplinario de geólogos y científicos que tuvieron acceso a las fotografías y realizaron un análisis más detallado del lugar donde aterrizó Perseverance.
Las imágenes de las paredes del cráter fueron tomadas en alta resolución y muestran los estratos de sedimento que confirman la creencia inicial de los investigadores. Antes, esas paredes fueron el lecho de un río y sus características se parecen mucho a las formaciones que se pueden ver en los deltas en la Tierra.
“Por las imágenes tomadas desde órbita sabíamos que tenía que haber sido agua lo que formó ese delta”, explica la astrobióloga Amy Williams, una de las autoras del estudio.
“Ahora sabemos que Marte fue lo bastante cálido y húmedo como para soportar un ciclo geológico hace alrededor de 3,700 millones de años”.
Otras dos rocas tomadas hace un mes por el rover también muestran signos de que estuvieron en el fondo de una masa de agua por un largo periodo.
En los próximos años, Perseverance recogerá 30 muestras más de suelo y rocas, las que serán almacenadas para luego enviarlas a la Tierra.
Los científicos quieren estudiar estas muestras para hallar algún rastro de vida microbiana, la que pudo haber dejado algún tipo de huella en las sales de las rocas.