La influencia de Steve Jobs está en todas partes. El fallecido fundador de Apple es considerado uno de los mayores innovadores de la historia, al nivel de figuras como Thomas Alva Edison, Nikola Tesla o Alexander Graham Bell. Por ello, surge la pregunta de quién es el sucesor de Steve Jobs a una década de su muerte.
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Más allá de la creación de dispositivos emblemáticos como las computadoras Mac, el iPhone o la tableta iPad, quizá el mayor aporte de Steve Jobs fue cambiar la forma en que interactuamos con la tecnología. ¿Alguien ha logrado ese nivel de influencia en la última década?
Elon Musk, el más prolífico
Desde repensar la forma en que nos desplazamos a través de las ciudades, soñar con la posibilidad de recuperar funciones cerebrales o de llegar hasta lugares del universo donde ninguno humano ha estado, el fundador de Tesla y SpaceX es el más prolífico y aventurero entre todos los aspirantes a convertirse en el sucesor de Steve Jobs.
Elon Musk no solo ha sido capaz de innovar en múltiples áreas como la electromovilidad, neurotecnología, el espacio y la inteligencia artificial, sino que también ha sido capaz de generar un fanatismo y admiración en torno a su figura que solo es comparable con la fidelidad que construyó Jobs con los fanáticos de Apple.
Quizá la gran diferencia es que mientras Jobs defendió un ecosistema cerrado, Musk cree en el código abierto. De hecho, liberó todas las patentes de Tesla para que la industria pueda utilizarlas.
Travis Kalanick y la gigaeconomía
El estadounidense Travis Kalanick tiene el mérito de haber creado Uber, la aplicación de transportes de pasajeros que dio vida a la “economía gig” o gigaeconomía, un concepto donde las personas generan ingresos al ser sus propios jefes y organizan su tiempo como lo crean conveniente… al menos en teoría.
La “economía gig” tiene como aspecto negativo que los trabajadores carecen de protección social y se precariza el empleo, por lo que el propio Uber ha debido enfrentar regulaciones locales que buscan normar la relación laboral entre la plataforma y quienes prestan servicios a través de ella. Pese a ello, abrió un camino que ha sido explorado por otras compañías.
Otro aspecto que también acerca a Kalanick con Jobs es que ambos fueron destituidos de las compañías que fundaron. Sin embargo, al creador de Uber todavía le falta demostrar que Cloud Kitchen, una plataforma de cocina fantasma donde ha centrado sus esfuerzos, es un modelo exitoso.
Mark Zuckerberg y su metaverso
Mark Zuckerberg con seguridad es el más odiado. Los cuestionados algoritmos y las prácticas depredadoras de Facebook Inc. han sido objeto de un profundo escrutinio público y regulatorio. A pesar de todo, la mano de Zuckerberg sigue en todas partes, ya sea con Facebook, WhatsApp o Instagram: creó un producto que usan millones de personas.
Al igual que Jobs comparte la visión de crear un ecosistema de productos. En esa línea, la última gran apuesta de Zuckeberg es el metaverso, un universo virtual que supere a lo que conocemos como internet, donde las personas tengan la posibilidad de interactuar, ya sea para divertirse, trabajar o estudiar. Es decir, una vida digital que sea tan real como la real.
Jeff Bezos, el más tradicional
Crear necesidades donde no las hay. Esta ha sido una de las máximas que ha guiado a Jeff Bezos, el fundador de Amazon. Podría ser el sucesor de Steve Jobs en la forma más tradicional, en el sentido de que su compañía ofrece soluciones y productos que resuelven problemas de la vida cotidiana.
Hasta antes del lanzamiento del lector Kindle en 2011, Amazon era prácticamente una empresa de servicios. Sin embargo, hoy cuenta con una serie de productos para el hogar, como los altavoces y pantallas inteligentes Echo, las tabletas Fire y los dispositivos multimedia FireTV. Además –al igual que Musk–, sueña con el espacio.
Quizás su biografía carece de los elementos dramáticos y llamativos que transformaron a Jobs en un personaje emblemático, y tampoco es tan activo en los medios de comunicación, pero quienes lo conocen aseguran que comparte una obsesiva preocupación por los detalles.