Científicos descubrieron que la superficie de Venus no sería completamente estática, sino todo lo contrario: se compone de fragmentos que se mueven y chocan entre sí gracias a que se encuentran sobre un material movedizo y semilíquido que podría ser similar a la lava.
Este fenómeno de la superficie de Venus sugiere que el manto interior del planeta estaría en movimiento, según el estudio publicado recientemente. Los autores explican que desde hace mucho tiempo se sabe que Venus tiene diversas placas tectónicas similares a las de la Tierra, pero más pequeñas y que se parecen “a placas de hielo que flotan en el océano”.
Los científicos creen que el manto de Venus está en movimiento gracias al calor que emana desde el núcleo y que genera una suerte de corriente, que tiene como consecuencia el movimiento de las partes superiores de la corteza. Sin embargo, no se sabe exactamente si esto se da a lo largo y ancho de toda la superficie o no. Por el momento, los investigadores dicen haber encontrado 58 partes en movimiento, pero es posible que hayan más.
Lo cierto es que Venus sigue siendo una incógnita para los astrónomos, porque no es mucho lo que se sabe respecto a su actividad volcánica y no hay conclusiones definitivas al respecto, pese a que han habido varias misiones de exploración. Sin embargo, los científicos creen que sí podría tratarse de un planeta geológicamente activo debido a que tiene un tamaño y una edad parecidos a los de la Tierra.
Las imágenes de la superficie en movimiento de Venus se obtuvieron gracias a la sonda Magallanes, una misión espacial de la NASA que data de 1990 y que durante sus cuatro años en servicio recolectó casi 1,000 imágenes antes de estrellarse con el planeta, en 1994.