Existe la posibilidad de que la inmunidad contra el coronavirus dure no solamente unos meses, sino años o hasta décadas, de acuerdo a un estudio recién publicado que revela que los anticuerpos contra el virus podrían ser más duraderos de lo que se pensaba.
La investigación fue realizada por la Universidad de Washington y revela que aquellos que hayan sufrido la enfermedad de manera leve podrían tener anticuerpos de por vida. Antes se decía que la protección de estos anticuerpos desaparecía con el paso de los meses, pero los autores del nuevo estudio postulan que se trataría de una malinterpretación de los datos.
“Es normal que los niveles de anticuerpos bajen después de una infección”, indica Ali Ellebedy, uno de los autores del estudio. “Pero no desaparecen, sino que simplemente entran en una meseta”.
Prueba de ello es que se encontraron anticuerpos en personas que habían desarrollado COVID-19 hace casi un año.
De acuerdo a los autores, las células que generan anticuerpos se desplazan hacia la médula ósea y desde ahí siguen enviándolos al torrente sanguíneo, aunque en menores cantidades en comparación a cuando la enfermedad estaba activa. “Estas células no se siguen dividiendo, sino que simplemente están quietas en la médula, lanzando anticuerpos. Lo hacen desde que la infección se acabó y seguirán haciéndolo de manera indefinida”.
En el estudio participaron 77 personas en total; la mayoría había tenido la enfermedad de manera leve. Y mediante el análisis de muestras de sangre y médula ósea obtenidas a lo largo de varios meses, se descubrió que solo las 11 personas que no habían sido infectadas con coronavirus no tenían células productoras de anticuerpos en su organismo.
Ahora, el siguiente paso de los investigadores es estudiar qué ocurre en las personas cuyos síntomas de la enfermedad hayan sido más severos y también en aquellos que se han vacunado. Los científicos están investigando si las vacunas contra el COVID-19 producen el mismo efecto en relación a la duración de los anticuerpos en el organismo.
Y por otra parte, no está claro todavía si haber tenido un cuadro más grave de COVID-19 genera el mismo tipo de respuesta inmune, porque el nivel de inflamación ocurrido durante la enfermedad “puede conducir a una respuesta inmune más deficiente”, explican.