Amplia, con gran capacidad de carga y un motor potente, así es la nueva Tundra TDR Pro de Toyota. Si bien cumple con lo anterior, esta todoterreno carece de componentes básicos y no ofrece nada que logre sorprender. Averigua por qué.
El modelo probado fue una TDR Pro CrewMax (cabina doble) color gris mate que Toyota llama Lunar Rock (roca lunar), con ruedas de aluminio forjado BBS de 18 pulgadas y luces led antiniebla que, en conjunto, se ven muy bien.
La propuesta se completa con asientos tapizados en piel negra y costuras contrastantes color rojo, además de tener bordado el logotipo de TDR.
Sin embargo, como ya se ha mencionado, los interiores de Toyota necesitan un rediseño, ya que se remontan no a la década pasada, sino a la antepasada (entre el 2000 y 2010). A pesar de su aspecto old fashion, cuenta con Apple CarPlay, Android Auto, y compatibilidad con Alexa y SiriusXM. En cuanto a sonido, tiene un sistema JBL de 12 parlantes que incluyen un subwoofer y un amplificador.
Lo más destacable de la Tundra TDR Pro es su motor i-FORCE V8 de 5.7 litros que da una potencia de unos 381 caballos de fuerza y 401 libras-pie de torque. Al ser una camioneta 4WD, su transmisión de seis velocidades, en mi opinión, se queda un poco corta.
Su capacidad de carga es de 1,730 libras, mientras que la de remolque aumenta hasta las 10,200 lb. Además, cuenta con el sistema de A-TRAC, que mejora el agarre en superficies de poca tracción.
De ahí en fuera, es una camioneta que pasa desapercibida de no ser por su color Lunar Rock. A diferencia de la mayoría de los modelos de este segmento, no cuenta con un interruptor eléctrico casero, aunque sí hay algunos ya anticuados conectores para encendedor de cigarrillos.
La camioneta, repito, no es nada fuera de lo común. No destaca como la Raptor de Ford, la RAM de Dodge o incluso la Cheyenne Trail Boss de Chevrolet, que son mejores opciones cuando se busca un vehículo grande, deportivo y todoterreno. Toyota cumple y es sinónimo de seguridad, pero hay mejores opciones en el mercado.
La Tundra se ensamblan en San Antonio, Texas, y el modelo probado tenía algunos aditamentos que hicieron que su precio fuera de $55,014 dólares con gastos de envío. En general, no es la mejor en su segmento, pero cumple.