Un estudio realizado por científicos de la Universidad Ben-Gurión del Néguev, Israel, afirma que la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Pfizer es “moderadamente” menos eficaz contra la variante sudafricana, pero sigue neutralizando a la variante británica y a la cepa original del SARS-CoV-2.
“Nuestros hallazgos demuestran que las futuras variantes podrían requerir una vacuna modificada, ya que el virus muta para aumentar su infectividad”, señala el investigador principal, el doctor Ran Taube del Departamento de Microbiología, Inmunología y Genética Shraga Segal de la Facultad de Ciencias de la Salud.
¿Cómo lo descubrieron?
Los científicos recolectaron muestras de sangre de 10 personas que se recuperaron de COVID-19, cinco que recibieron la primera dosis de la vacuna y 10 que recibieron la segunda dosis.
Se extrajeron muestras de los participantes 21 días después de la primera dosis o 10 días después de la segunda.
“Nuestro estudio valida la eficacia clínica de la vacuna de Pfizer, pero suscita preocupaciones respecto a su eficacia contra variantes circulantes específicas del SARS-CoV-2”, señalan los autores.
“En general, estos resultados exigen una mayor atención a la propagación de variantes y una [posibilidad] de nuevas vacunas con una potencia neutralizante mejorada contra las variantes del SARS-CoV-2”.
Ahora, los investigadores analizan otras variantes circulantes a medida que aparecen, consistentes en mutaciones que podrían comprometer la vacuna.
Este estudio ya fue publicado en la revista científica Cell Host and Microbe.
Cabe recordar que la campaña de vacunas de Israel, que ha inoculado a la mayoría de los adultos, se basa principalmente en la vacuna de Pfizer/BioNTech.