Un grupo de científicos australianos ha logrado probar con éxito una interfaz de neurocomputadora que permitiría a los humanos controlar distintos aparatos electrónicos, insertando electrodos a través de las venas.
Este innovador hallazgo tendría importantes aplicaciones en las terapias de pacientes que sufran una parálisis severa, ya sea por desórdenes en el cerebro, médula espinal o musculares.
Para conseguir esta interfaz cerebro-computadora, los investigadores implementaron electrodos a través de un pequeño tubo expansible denominado Stentrode, similar al que usan los médicos para restablecer el flujo normal a través de las venas y las arterias.
Pruebas iniciales
Los científicos probaron los electrodos en dos pacientes que sufrían de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), por lo que presentaban parálisis en sus extremidades.
El dispositivo junto al rastreador ocular estaban conectados a una computadora.
Los pacientes debieron realizar sesiones donde se les pedía llevar a cabo una serie de movimientos, desde apretar el puño hasta golpear con el pie.
Después de un entrenamiento, que se prolongó durante tres meses, ambos pacientes aprendieron a controlar el cursor sin contacto, ingresar texto en la computadora, hacer compras en línea y enviar correos electrónicos.
Los resultados del trabajo fueron publicados en el Journal of NeuroInterventional Surgery.
Estas pruebas resultaron importantes ya que los investigadores consiguieron por primera vez probar un método menos invasivo para controlar una interfaz de neurocomputadora.
Sin embargo, aseguran que aún esto no es suficiente.
Los responsables de la investigación esperan probar esta dispositivo en una muestra más grande, con el fin de asegurarse de que el método sea completamente seguro y eficaz.