Los pterodáctilos y otros reptiles alados que vivieron durante la época de los dinosaurios mejoraron de forma constante su capacidad para volar, lo que les permitió dominar los cielos durante aproximadamente 150 millones de años.
El estudio de las universidades de Reading, Lincoln y Bristol, publicado en la revista Nature, es considerado el más detallado hasta ahora sobre cómo los animales evolucionan para adaptarse mejor a sus entornos.
Los pterosaurios, los primeros vertebrados voladores de la Tierra, evolucionaron a partir de animales terrestres. Surgieron por primera vez como voladores en el período Triásico Temprano, hace unos 245 millones de años, pero se extinguieron hace 66 millones de años junto a los dinosaurios.
«Los pterosaurios eran un grupo diverso de lagartos alados, algunos del tamaño de gorriones y otros con la envergadura de un avión pequeño (…) Su dieta consistía principalmente en otros animales, desde insectos hasta dinosaurios más pequeños”, explicó Chris Venditti, biólogo evolutivo de la Universidad de Reading.
Cómo mejoraron su capacidad de vuelo
Los investigadores combinaron registros fósiles con un nuevo modelo de vuelo basado en las aves vivas en la actualidad, para medir su eficiencia de vuelo y llenar los vacíos en el conocimiento de la historia evolutiva.
Esto les permitió rastrear la evolución gradual de los pterosaurios y demostrar que se volvieron dos veces mejores volando a lo largo de su historia.
Además, mostraron que la evolución fue causada por pequeñas mejoras consistentes durante un largo período, en lugar de repentinos estallidos evolutivos, como se había sugerido anteriormente.
«Nuestro nuevo método nos ha permitido estudiar la evolución a largo plazo de una manera completamente nueva, y responder finalmente a esta pregunta comparando las criaturas en diferentes etapas de su secuencia evolutiva durante muchos millones de años», añadió Venditti.
Los modelos mostraron que los pterosaurios adaptaron la forma y el tamaño de su cuerpo para usar un 50 por ciento menos de energía al sobrevolar sus 150 millones de años de historia.
Además, demostraron que las criaturas aumentaron su masa hasta 10 veces, algunas hasta llegar a pesar más de 300 kilos.
Los más pequeños eran una excepción
El nuevo método también reveló que un grupo de pterosaurios, los azdarcoides, que solo medían 1.6 metros, era una excepción a la regla.
Los científicos no han estado de acuerdo sobre qué tan bien volaron estos animales, pero el nuevo estudio mostró que no mejoraron durante su existencia.
En cambio, el tamaño agrandado de los azdarcoides pareció proporcionar su ventaja de supervivencia, como el quetzlcoatlus, que alcanzó dimensiones similares a una jirafa.
“Esta es una evidencia única de que, aunque estos animales eran voladores competentes, probablemente pasaban gran parte de su tiempo en tierra”, añadió Joanna Baker, bióloga evolutiva y coautora de la Universidad de Reading.