La compañía farmacéutica Pfizer señaló que no solicitará una autorización de emergencia para su vacuna contra el COVID-19 antes de la tercera semana de noviembre, según un artículo de The New York Times.
De esta forma, la empresa descarta la afirmación de Donald Trump, quien habría asegurado que la vacuna estaría lista antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
En el sitio web de Pfizer, su director ejecutivo, el doctor Albert Bourla, dijo que, aunque la farmacéutica podría tener cifras preliminares a finales de octubre sobre si la vacuna es efectiva, aún faltarían recopilar datos de seguridad y fabricación, lo que podría ampliar el plazo hasta, por lo menos, la tercera semana de noviembre.
Esto significa un cambio para la programación de la propia compañía, ya que su director habría fijado el mes de octubre como plazo clave para la entrega de resultados finales.
De todas formas, el propio doctor Bourla ha reiterado en varias ocasiones que el calendario de vacunas de la farmacéutica no está motivado por razones políticas.
Pfizer es una de las cuatro empresas que están probando una vacuna contra el coronavirus en ensayos clínicos de etapa tardía en Estados Unidos.
Ha sido una de las más agresivas, por lo menos en sus estimaciones de tiempo.
Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson han señalado que más adelante en el año es probable que estén listas sus vacunas, lo que coincide con las predicciones de los funcionarios federales de salud.
Los ensayos de AstraZeneca y Johnson & Johnson se han debido suspender por posibles problemas de seguridad, lo que podría retrasar aún más sus resultados.