La elección de una buena foto de perfil es vital para temas personales, laborales y, ciertamente, para las aplicaciones de cita. No solo transmiten un atractivo, sino que además permiten formarse las primeras impresiones sobre la personalidad de otra persona.
¿Qué pasa si la foto incluye un gato? Investigadoras de la Universidad de Colorado y la Boise State University intentaron descifrar el efecto que tienen en las pretendientes cuando un hombre posa con un gato en su foto de perfil en las aplicaciones de citas.
En una publicación en The Conversation, las investigadoras Lori Kogan y Shelly Volsche recordaron que estudios previos sugieren que las mujeres juzgan a una posible pareja masculina en función de si tiene mascotas. Si bien prefieren los hombres con perros, los gatos también daban puntos extra por sobre las personas sin mascotas.
El estudio reclutó a 1,388 mujeres estadounidenses heterosexuales, de 18 a 24 años, quienes contestaron una breve encuesta anónima en línea.
Las mujeres revisaron fotos de dos jóvenes blancos de 20 años. Uno estaba solo y el otro posaba con un gato. Para evitar sesgos, la primera imagen siempre fue presentada al azar. Cada participante solo calificó a un hombre según distintos atributos de personalidad, incluida su masculinidad, feminidad y potencial para citas.
Neuróticos y menos extrovertidos
Aunque las investigadoras sospechaban que los hombres fotografiados con gatos podían ser vistos como más atractivos y deseables, los resultados fueron completamente distintos: la mayoría de las mujeres encontró que eran menos amigables.
“Este resultado nos sorprendió, ya que estudios anteriores habían demostrado que las mujeres encontraban que los hombres con mascotas tenían un mayor potencial como pareja”, afirmaron las investigadoras.
Las encuestadas también pensaban que los hombres que sostenían gatos eran menos extrovertidos y más neuróticos, agradables y abiertos. Según las autoras, los ubicaron en lo denominaron una «zona de amigos».
«Quizás ver a un hombre posar con el gato sugiere que podría ser un mejor confidente que una cita», precisaron.
Patrones culturales obsoletos
Otro de los resultados inesperados es que las encuestadas vieron a los hombres con gatos como menos masculinos.
Kogan y Volsche destacan que este dato podría explicar en parte los resultados: investigaciones previas sugieren que las mujeres a menudo buscan hombres masculinos, en términos de apariencia física y de comportamiento.
“Que las mujeres de nuestro estudio encontraran que la foto del hombre solo era más masculina, apoya la idea de que es probable que las mujeres primero busquen pistas relacionadas con la masculinidad al determinar una posible cita”, agregaron.
A su juicio, que un hombre con gato sea visto como menos masculino se puede atribuir a viejas y obsoletas normas culturales, que vinculan los gatos a propietarias mujeres.
“Sospechamos que las viejas normas culturales pueden estar influyendo en las respuestas. Investigaciones anteriores sugieren que todavía se percibe que la feminidad masculina y la homosexualidad están conectadas”, precisaron.
Aunque pidieron a las encuestadas definirse a sí mismas como «persona de gatos», «persona de perros», «ninguno» o «ambos», estas características no influyeron en los resultados finales.
Las investigadoras también destacan las limitantes del estudio, considerando que se trató de una muestra muy acotada: heterosexuales, principalmente mujeres blancas, de 18 a 24 años de Estados Unidos.