Similar a un test de embarazo. Así es la BinaxNOW COVID-19 Ag Card de Abbott, la primera prueba rápida para detectar la infección por el nuevo coronavirus aprobada en Estados Unidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Calificada como una fórmula de “diseño simple, rápida y eficiente para los trabajadores sanitarios y los pacientes”, el sistema beneficiado por la autorización de uso de emergencia prescinde del examen en un laboratorio.
“Esta nueva prueba de antígeno COVID-19 es un aporte relevante a las ya disponibles, porque los resultados se pueden leer directamente y en minutos. Esto significa que las personas sabrán si tienen el virus casi en tiempo real”, destacó el director del Centro para Dispositivos y Salud Radiológica de la FDA, Jeff Shuren.
El funcionario agregó que “debido a su diseño más simple y la gran cantidad de unidades que el fabricante anticipa para los próximos meses, esta nueva prueba de antígeno es un avance importante en nuestra lucha contra la pandemia”.
El procedimiento parece muy sencillo, según la propia versión de la FDA: “Un trabajador sanitario toma un hisopo de la nariz del paciente y hace girar esa muestra en una tarjeta de prueba con un reactivo agregado. Después de 15 minutos, el médico lee los resultados directamente. Una línea indica un resultado negativo; dos líneas indican un resultado positivo”.
Para el organismo, el dispositivo puede usarse en la consulta de un médico, una sala de emergencias e incluso en escuelas en pacientes que no excedan los siete días con síntomas de COVID-19. Además, prevé que puedan estar ampliamente disponibles.
La FDA prevé que Abbott tendrá una capacidad de producir hasta 50 millones de pruebas mensualmente solo para Estados Unidios a principios de octubre de 2020.
“En general, las pruebas de antígenos son muy específicas, pero no tan sensibles como las moleculares. Debido al potencial de disminución de la sensibilidad en comparación con los ensayos moleculares, es posible que los resultados negativos de una prueba de antígeno deban confirmarse con una prueba molecular antes de tomar decisiones sobre el tratamiento”, precisó la institución.