El eMoke es un carro muy divertido de manejar, aunque no del todo seguro.
Lo Bueno
- Divertido de Manejar
- Maniobrable
- Bello exterior
Lo Malo
- Demasiado lento
- No viene con sistema de seguridad
Puntaje
3.0/5
Dicen que en el mar la vida es más sabrosa, y si tienes un eMoke como transporte, es también más divertida. El ícono de los años 70′ regresa en todo su esplendor en una nueva versión eléctrica y a buen precio. Este mini Jeep clásico está listo para conquistar el corazón de las nuevas generaciones. Hemos tenido la oportunidad de manejarlo, y estas fueron nuestras impresiones.
Del campo de batalla a la playa
Originalmente, el Moke fue concebido como un vehículo para el ejército británico, pero sus pequeñas ruedas y baja altura lo hicieron muy poco práctico para su uso como todoterreno. El ejército Su Majestad lo dio de baja y el fabricante lo adaptó para venderlo al público en Australia. Casi de inmediato el Mini Moke se convirtió en el carro de playa favorito de los surfistas, fama que se extendió muy pronto por las costas del caribe y las playas más populares del mundo, especialmente en Francia, Italia y España. Su boom se mantuvo hasta los años noventa.
Versiones bajo el cofre
El nuevo Moke viene en dos versiones: el eMoke y el Gas Moke, aunque este última no tiene aprobada su venta en los Estados Unidos. El Gas Moke (llamado también GMC-90M) tiene un motor de cuatro cilindros de 1.0 litro conectado a una transmisión manual de cinco velocidades. En condiciones normales, puede alcanzar las 68 millas por hora.
El modelo eléctrico (también llamado EMC-95A) trae bajo el cofre un motor eléctrico de 7.5 kilowatts con un rango máximo de 40 millas y una velocidad máxima de 25 millas por hora. Hay que decirlo: no es una versión para nada potente, pero sí bastante divertida. Es realmente perfecto para darse un paseo con la familia o los amigos por la playa. La razón de su baja velocidad se debe a su clasificación como Vehículo Eléctrico para Vecindario (NEV, por sus siglas en ingles). Recargarlo es fácil, ya que cuenta con un cable y enchufe portátil, el cual puedes usar en casa o en una estación de servicio. Si la batería está completamente vacía, tardará unas ocho horas en recargarse. Por lo demás, su motor es bastante silencioso.
No pierde su estilo clásico
El exterior del eMoke no ha perdido su estilo clásico. Cuenta con dos faros delanteros, una parrilla central y un parachoques. Cuenta también con una barra antivuelco y ruedas de 14 pulgadas. Mide 131 pulgadas de largo, 65 pulgadas de ancho y 61 pulgadas de alto.
La razón de su baja velocidad se debe a su clasificación como Vehículo Eléctrico para Vecindario (NEV, por sus siglas en ingles).
Su interior es muy sencillo: cuenta con cuatro asientos –todos con cinturones de seguridad– hechos de plástico duro. Para encenderlo solamente se presiona un botón rojo, se gira la llave y la palanca de cambio se pone en drive. Bastante sencillo. Por cierto: su caja de cambios solamente tiene tres modos: drive, neutral y reverse. Cuenta con radio con conexión Bluetooth y un puerto USB. Su sistema de sonido está compuesto por cuatro bocinas que no suenan nada mal, hay que decir.
No es compatible con Apple CarPlay ni Android Auto, ni hay ningún otro sistema de infoentrenimento. Recuerda que es un vehículo utilitario clásico, y no otra cosa. Cuenta con tres portavasos y un freno de mano. Sencillo, sí, pero insistimos en el hecho de que es muy divertido tras el volante. En caso de lluvia, se pude colocar una lona como techo.
Detrás del Volante
El eMoke es un pequeño y coqueto vehículo utilitario. No es nada potente, y todos los demás conductores nos miraban, más que por lo llamativo del carro, por lo lento que íbamos. Notamos que al tomar las esquinas nos deslizábamos en los asientos, de seguro por el material del que están hecho. Lo probamos en caminos de tierra se siente bien, aunque claramente no es un vehículo para manejar por carreteras rocosas. Lo que si nos llamó la atención fue que no hay suficientes elementos ni sistemas de seguridad, aparte de sus parachoques y su barra antivuelco.
Nuestra Opinión
El eMoke ha sido resucitado con una mecánica eléctrica y sin perder su estilo clásico. Es un vehículo divertido de manejar, ágil y respetuoso con el medio ambiente. No es un carro potente, ni es un modelo hecho para las autopistas. Definitivamente, tendrá su público en ciudades costeras, ya que al no tener aire acondicionado ni calefacción, no es precisamente un vehículo ideal para todos los climas. En definitiva: es divertido, sí, pero muy poco práctico, además de contar con muy poca seguridad. Quizá todo esto mejore en la siguiente generación. Esperamos que sí.
El eMoke tiene un precio base de $16,000 dólares más impuestos.