Que Lyft y Uber son rivales está muy claro. Ambas compañías se centran en el mismo negocio y no es de extrañar que busquen continuamente estrategias para liderar este mercado.
Pero, ¿qué pasa si de repente los usuarios de Twitter boicotean a una de estas empresas? Pues que su rival sale ganando, ¿verdad?
Pues justo eso es lo que le ha pasado a Lyft. La compañía de transporte ha anunciado que ha recaudado 600 millones de dólares más de inversores, De manera que su valor ahora asciende a 7,500 millones de dólares, tal y como publica la CNN.
Y, ¿cómo ha conseguido Lyft todos estos millones? Sin duda, aprovechándose de la situación y del sentimiento de animadversión contra Uber.
Pero, ¿qué desencadenó este sentimiento? Pues bien, el pasado enero, coincidiendo con el comienzo del año, los usuarios de Twitter se volvieron contra Uber en una campaña bautizada como #DeleteUber. Todo empezó con el decreto inmigratorio de Donald Trump, el actual presidente de los Estados Unidos.
Mientras los taxistas de Nueva York decidieron revelarse contra este decreto, negándose a recoger a los clientes en el aeropuerto de JFK, Uber respondió con la suspensión de un aumento de los precios en sus servicios a ese mismo aeropuerto.
Una decisión que, sin duda, no fue muy acogida por los usuarios de Twitter que cargaron duramente contra la compañía.
Así, este boicot se tradujo no sólo en un castigo hacia Uber, que también, sino que además le ha reportado una mayor financiación a Lyft, su gran rival. Además, la noticia de que el CEO de Uber hiciera parte del Economic Advisory Board de Trump tampoco ayudó demasiado a la compañía.
Según ha señalado Lyft, las inscripciones a sus plataforma se incrementaron en un 60% justo la semana después del boicot a Uber.
Claro que Lyft no sólo se ha mostrado como la alternativa más ética frente a Uber, sino que además la compañía decidió donar un millón de dólares al grupo ACLU, defensor de los derechos civiles, tras conocerse el decreto migratorio de Trump.