Honda está viviendo una peculiar especie de “renacimiento”. Durante los próximos cuatro años, casi todos sus modelos serán relanzados, y el estilo algo agresivo de sus productos seguirá siendo un elemento clave en su estrategia por mantener a sus vehículos en la vanguardia de la modernidad.
El último caso en cuestión es el nuevo CR-V de quinta generación. Es resaltable el hecho de que aún en un año con récord de ventas (este 2016), con una cuarta generación de CR-V que es —ni más ni menos— el SUV más vendido en los Estados Unidos, Honda no esté dispuesta a dormirse en los laureles.
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Teniendo en cuenta el éxito del modelo actual, le perdonaríamos incluso si sólo hubiesen puesto una nueva capa de pintura encima, sin tocar nada más. Pero no es el caso. El CR-V 2017 viene con una nueva central eléctrica turboalimentada, un chasis pesadamente revisado —el cual amplía sus dimensiones— y una suspensión renovada que mejora la calidad (y la suavidad) de la conducción. Los ajustes de esta quinta generación CR-V son bastante extensos, aunque es sabido que no siempre los ajustes hacen mejor a un vehículo. Pero desde ya te decimos que este no es el caso.
Los cambios en el CR-V empiezan con un nuevo chasis que cuenta con un centro de gravedad más bajo. Hace del CR-V un vehículo ligeramente más grande que el anterior en casi todas sus dimensiones, como lo demuestra su mayor distancia entre ejes, que ha crecido por primera vez en la historia del modelo de 103 pulgadas a 104,6.
Esas dimensiones ampliadas forman parte de una estrategia de diseño que no sólo da al CR-V una mayor presencia, sino que produce mejoras significativas en el interior, redundando en un mayor espacio para las piernas en los asientos traseros, y un área de carga con casi 10 pulgadas más que el modelo saliente.
Pero el ser más grande podría afectar negativamente su capacidad de conducción y la dinámica general del vehículo, cosa a la cual Honda prestó especial atención. Y lo demostró agregándole un sistema de frenado más potente, así como un sistema de suspensión revisado. Bajo el cofre, un cuatro cilindros de 1.5 litros DOHC turboalimentado que genera 190 caballos de fuerza.
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Los cambios de Honda para la quinta generación del CR-V buscan elevar el crossover en casi todos los aspectos, manteniéndolo aún accesible tanto desde el punto de vista de la conducción como desde el punto de vista financiero, aunque las dimensiones mayores del vehículo le sugieran lo contrario.
El nuevo CR-V ofrece un nuevo nivel de sofisticación estética que se extiende temáticamente al interior, donde el espacio para los pasajeros ha crecido notablemente, y la calidad del material en general ha también aumentado. Aunque no se trata de un “rediseño total”, elementos nuevos como la pantalla de información de 7 pulgadas en el centro del grupo de medidores en modelos EX y superiores, dotan a la cabina una sensación más elegante y moderna.
La quinta generación del CR-V saldrá a la venta el próximo 21 de diciembre, con un precio inicial de $24,045 en su versión LX, y por sobre los $32,395 en su versión Touring. Sólo el tiempo dirá si este nuevo modelo será capaz de mantener la actual posición del CR-V en lo más alto del segmento más vendido en la actualidad. La tarea, evidentemente, no es fácil, pero Honda ya ha demostrado que no le marean las alturas.