La “muerte por selfie” suena casi como una escena de la película Final Destination, pero, aunque no o creas, se refiere a algo bastante real.
En 2014, 15 personas murieron mientras que se hacían un selfie, seguidas por 39 personas en 2015, y 73 en los primeros ocho meses de 2016. No hay que ser un experto en estadísticas para advertir la tendencia al alza de estas muertes. Y entonces, ¿se puede hacer algo? Eso es justamente lo que un nuevo proyecto llevado a cabo por investigadores en la India quiere saber.
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“Hubo una noticia que circuló por mi grupo de investigación, a propósito de una muerte por selfie durante el verano de 2016”, explica a Digital Trends (Inglés) Ponnurangam Kumaraguru, profesor del Instituto Indraprastha de Tecnología de la Información en Delhi. “Me consternó el leerlo, e intercambié algunos correos electrónicos [con conocidos] sobre este tema, y me encontré con que había muy poco trabajo, sobre todo, desde el punto de vista tecnológico. Nuestro grupo siempre está interesado en trabajar en temas de tecnologías, soluciones y sistemas que tienen impacto en el mundo real, por lo que nos lanzamos a ello”.
Los investigadores comenzaron a rastrear los registros de todas las muertes relacionadas desde marzo de 2014, así como las diversas causas de estas, las cuales iban desde caídas a ahogamientos, lesiones relacionadas con armas y muertes por trenes. Descubrieron que más de la mitad de todas las “muertes por selfie” (76) ocurren en la India, seguidas por Pakistán (9), Estados Unidos (8) y Rusia (6).
A continuación, conformaron un sistema de Inteligencia Artificial para ver y analizar 3,155 selfies recogidas en Twitter, intentando predecir si se trataba de un selfie peligroso o no.
Para esto, se basaron en una serie de factores: si la foto se tomó desde una altura significativa, o si se estaba cerca de las vías del tren, o en otros lugares potencialmente peligrosos. De acuerdo con un paper publicado sobre la investigación, el sistema tiene un 73 por ciento de precisión cuando se trata de mirar a un selfie y decir si es o no potencialmente peligroso.
«Una de las direcciones en las que estamos trabajando es conseguir que la cámara le dé al usuario información sobre si el lugar en el cual se encuentra es o no peligroso, con una puntuación apegada a ella”, continuó Kumaraguru.
Si estamos cerca o no de alguna aplicación en la cual la cámara de nuestro iPhone nos advertirá si estamos en peligro, está aún por ver. Se trata, en todo caso, de un interesante proyecto de investigación que explora un tema no examinado anteriormente, y muy, muy propio del siglo XXI.
La pregunta que subyace aquí es: ¿llegaremos al punto en que tendremos que necesitar de una aplicación que nos advierta que estamos a punto de cometer una tontería? ¿Es que no nos podremos dar cuenta de esto nosotros mismos? Quizá se necesita dejar de mirar el teléfono, y simplemente observar alrededor. Al mundo, que le dicen.