Quizá pocos fabricantes han sido a lo largo de su vida tan ‘egoístamente’ deportivos lo ha sido Lamborghini. O, al menos, así lo había sido, ya que con el Gallardo el fabricante pareció por fin encontrar el equilibrio (¡y el oro!) ofreciendo a sus clientes un carro que, además de entregar toda la emoción de un deportivo, también se podía utilizar a diario.
La venta a manos llenas del Gallardo, nada más aparecer en 2003, lo convirtió en el modelo más exitoso de la historia de Lamborghini, poniendo la vara bastante alta a su heredero, el Huracán. Pero claro: la lección ya la habían aprendido, y muy bien.
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Los detractores dirán que Lamborghini perdió algo cuando la compañía bajó el tono de sus autos deportivos, haciéndolos más ‘utilizables’, aunque estos mismos suelen olvidarse de piezas tales como el Aventador, el Veneno y el Sesto Elemento, vehículos que —por precio y por prestaciones— están al alcance de unos pocos.
Para los que tienen los pies más puestos sobre la tierra, el Huracán sigue la estela del rendimiento del Gallardo en un paquete elegante y compacto que destaca por su facilidad de uso. Viene en tres ‘sabores’: la versión más grave, AWD 610-4; la versión ocasional Spyder; y el 580-2, que se encuentra entre medio de los dos.
Como es de imaginar, el 580–2 recibe su nombre por su potencia generada: 580 caballos de fuerza (y 398 libras-pie de torque) que envía únicamente a las ruedas traseras. Para distinguirlo de su homólogo de tracción en las cuatro ruedas, el 580-2 trae algunos retoques exteriores en la parte delantera y trasera. Esto es más evidente en la fascia delantera, donde las entradas de aire frontales son más pronunciadas.
No importa si lo vas a usar para ir a comprar el pan o para meterte en un circuito: su V10 de 5.2 litros de aspiración natural del Huracán anuncia su presencia a los oídos de todo el mundo. Trae una caja de cambios de doble embrague de siete velocidades, que lo hace acelerar de 0 a 62 (100 km / h) en 3.4 segundos, un pelo más lento que el 610-4, que cubre la misma distancia en 3.2 segundos.
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En el interior, la tracción trasera Huracán no se traduce en demasiados cambios, lo que significa que sigue siendo cómodo y funciones son fácilmente accesibles. En primer lugar, hay un montón de espacio de la cabina para el conductor y para que los pasajeros se sienten. Detrás del volante se controla todo, desde un panel de instrumentos digital TFT de 12.3 pulgadas que muestra la navegación y las funciones de entretenimiento. No hay pantalla correspondiente para el pasajero, pero bueno: no sueles subirte a un Lamborghini para distraerte con pantallitas. No es tan impresionante como la cabina virtual de ‘compañía hermana’ de Audi, pero hace bien su trabajo.
El precio inicial del Huracán 580-2 ronda los $205,000, aproximadamente $37,000 menos que el 610-4. Esto lo sitúa muy cerca de competidores como su ‘primo’, el Audi R8 V10 Plus.