El primer NSX Acura ya era innovador.
Y es que por señalar sólo un dato, este “pequeño” deportivo de $60,00 dólares pasaba de las 0 a las 60 mph. en el mismo tiempo que tardaba en hacerlo el Ferrari 348 de $117,00.
Hasta el legendario Ayrton Senna fue requerido en aquel entonces por Honda (Acura) para que aportara su experiencia en la producción de lo que sería el súper-deportivo de mejor manejo del mundo.
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Resultan ahora un tanto pintorescas —vistas con la distancia de los años— sus ruedas de 15 pulgadas, y hasta su motor de 3.0 litros V6 que llegaba a los 270 caballos (290, en la versión 3.2). Lo cierto es que nunca contó con una alta tecnología en la transmisión, ni en su equipamiento, ni casi en nada. Obvio en prestaciones, contaba con 4 velocidades en su versión automática, y 5 en su versión manual.
Sin embargo, casi nadie niega que se trata de un auto especial, que atraía y atrae —aún hoy— las miradas allí por dónde va.
Lo cierto es cada año, con la llegada de un nuevo miembro de la familia NSX, el interés por los primeros modelos no hace más que crecer. Prueba de esto es que los precios de los modelos “noventeros” van de los $40,000 a los $100,000 dólares, dependiendo, obviamente, del kilometraje y de las condiciones en las que se encuentre.
Interpretando a la perfección esta tendencia, Allen Gharapetian, vicepresidente de Clarion Corporation of America, ha impulsado un proyecto denominado Clarion Builds, destinado justamente a la recuperación de este tipo de coches.
Clarion es —como bien lo recuerdas— el famoso fabricante de radios para autos. Y ponen toda su habilidad y contactos que hagan falta para hacer una puesta a punto de estos autos que después se subastarán a un precio más que interesante.
“La idea es asumir y promover la restauración de autos con los que la gente pueda sentirse conectado [generalmente] coches que tienen diseños atemporales, rendimientos legendarios, y una gran historia detrás”, ha dicho Gharapetian.
En el programa de Clarion Builds, Gharapetian y su equipo son capaces de trabajar con las mejores tiendas de reparación, así y proveedores de partes expertos en el negocio, dispuestos a piezas y experiencia a la causa. Como se ha dicho, al final el coche se venderá en una subasta, y cada centavo invertido cuenta. Sin ir más lejos, el último proyecto de Clarion Builds fue un BMW 2002, al cual se le sacaron $125,000. Gharapetian y su personal tienen la esperanza de este NSX conseguirá eso, o incluso más.
Como la mayoría de especies exóticas, la media NSX ha llevado una vida muy protegida. Nadie compró un NSX y lo dejo estacionado debajo de un árbol durante diez años. Se puede esperar que un NSX clásico siempre se habrá mantenido en un garaje, cuidado con no poca devoción. ahora sí, la gran diferencia entre un NSX y cualquier otro auto similar es que un NSX podría perfectamente tener un cuarto de millón de millas en el reloj.
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«Honda sacó al mercado un auto que no sólo podía competir con otros deportivos de clase mundial. Pero lo cierto es que también podía ser conducido a diario y, como con cualquier Honda, puede pasar fácilmente de los cientos de miles de millas con sólo un mantenimiento básico”, ha dicho Gharapetian.
El candidato para esta iniciativa ha sido ahora un NSX 1991, originalmente equipado con el motor de 3.0 litros. Un tirón rápido banco de pruebas mostraron que después de 25 años y 230.000 millas, solo 207 caballos de fuerza llegaban a las ruedas traseras.
Por ello, el punto de partida consistió en conseguir un motor más grande (DOHC VTEC de 3.2 litros, existente a partir de los modelos 1997 y posteriores). Ese V6 de 290 caballos de fuerza produce 224 libras-pie de torque, y viene acoplado a una transmisión manual de 6 velocidades.
Además, se le añadió un compresor, y su desteñido color rojo se cambió por un azul mucho más acorde a los tiempos que corren. El resultado está a la vista. A ver si Gharapetian y su equipo consiguen sacar el dinero que quieren, para que así no desfallezcan en su fantástica iniciativa de devolvernos aquellos autos que nos hicieron soñar.