En una carta dirigida a Google, la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en las Carreteras (National Highway Traffic Safety Administration), determinó que el equipo electrónico que controla los automóviles auto piloteados podría ser considerado bajo la ley federal como un conductor.
La agencia federal respondió a un pedido realizado en noviembre del 2015 por parte de Chris Urmson, director del Proyecto de coches auto-tripulados de Google, pidiendo aclaración de como la nueva tecnología podría cumplir con las normativas de los Estandares Federales de Seguridad en los Automóviles (FMVSS) y que deben cumplir todos los fabricantes de vehículos en los Estados Unidos.
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“Coincidimos con Google en la interpretación de que «conductor»en el contexto de que Google describe el diseño de vehículos de motor, se refiere al sistema de auto-conducción, y no a ninguno de los ocupantes del vehículo. Estamos de acuerdo que los vehículos autoconducidos no tendrán un «conductor» en el sentido tradicional que hemos utilizado en los últimos cien años», dice la carta de la NHTSA.
Debido a las leyes y regulaciones estrictas de seguridad, Google y otras empresas como Tesla y Apple, se quejan que actualmente son incapaces de llegar a un coche que cumple todos los requisitos y que las leyes por su antigüedad retrasan el proceso de prueba y despliegue de estos vehículos en la carretera.
Por el momento, la ley establece que el coche deben tener un volante, pedales de freno, espejos y un conductor con licencia. Esto significa que el coche tendría una doble funcionalidad y en ese caso, no sería totalmente autónomo.
Google dice que la doble funcionalidad, es en realidad el riesgo más grande, ya que los seres humanos en una situación peligrosa tienden a tomar el control del vehículo y anular el sistema automático, lo que puede resultar en accidentes.
El administrador de la NHTSA, Mark R. Rosekind, consideró esta afirmación y dijo que si Google quiere coches sin volantes y sin mecanismos de control, las normas deberían ser reescritas, pero el proceso podría “tardar mucho tiempo”. Mientras tanto, señaló que la agencia podría aplicar “excepciones” que permitirán la continuación de la experimentación de los coches autónomos en carreteras.