Por estos días los líderes del mundo se reúnen en la Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York el 22 y 23 de septiembre y es una oportunidad para que organizaciones expongan para presentar soluciones a los problemas del trabajo actual. Una de esas es la Confederación Sindical Internacional (CSI), que entregó un informe donde indica que algunas de las empresas más grandes del mundo han sido acusadas de socavar la democracia en todo el mundo al respaldar financieramente a movimientos políticos de extrema derecha, financiar y exacerbar la crisis climática y violar los derechos sindicales y los derechos humanos.
Entre las empresas acusadas están Amazon, Tesla, Meta, ExxonMobil, Blackstone, Vanguard y Glencore.
Qué dice el informe sobre Amazon
El informe señala que el tamaño y el papel de la compañía como el quinto empleador más grande del mundo y el minorista en línea y servicio de computación en la nube más grande, ha tenido un profundo impacto en las industrias y comunidades en las que opera.
Sin embargo, «la compañía se ha hecho famosa por su represión sindical y sus bajos salarios en varios continentes, su monopolio en el comercio electrónico, sus atroces emisiones de carbono a través de sus centros de datos de AWS, su evasión fiscal corporativa y su cabildeo a nivel nacional e internacional», afirma el informe.
Qué dice el informe sobre Tesla
En Tesla, el informe cita la oposición antisindical de la empresa en Estados Unidos, Alemania y Suecia; violaciones de los derechos humanos dentro de sus cadenas de suministro; y la oposición personal de Elon Musk a los sindicatos y la democracia, los desafíos a la NLRB en EE.UU. y su apoyo a los líderes políticos Donald Trump, Javier Milei en Argentina y Narendra Modi en India.
Qué dice el informe sobre Meta
El informe cita a Meta, la empresa de redes sociales más grande del mundo, por su gran papel en permitir y permitir que la propaganda y los movimientos de extrema derecha utilicen sus plataformas para aumentar sus miembros y obtener apoyo en los EE. UU. y en el extranjero. También citó represalias de la compañía por las medidas regulatorias en Canadá y costosos esfuerzos de cabildeo contra las leyes para regular la privacidad de los datos.
Todd Brogan, director de campañas y organización de la CSI, comentó sobre las conclusiones del informe que, «incluso en las «democracias robustas», las demandas de los trabajadores «se ven abrumadas por las operaciones de cabildeo de las empresas, ya sea en la formulación de políticas o en las elecciones en sí».
«Se trata del poder, de quién lo tiene y de quién marca la agenda. Sabemos como sindicalistas que, a menos que estemos organizados, el jefe establece la agenda en el lugar de trabajo, y sabemos como ciudadanos en nuestros países que, a menos que estemos organizados y exijamos gobiernos receptivos que realmente satisfagan las necesidades de la gente, es el poder corporativo el que va a establecer la agenda.
«Están jugando a largo plazo, y es un juego sobre alejar el poder de la democracia en todos los niveles y convertirlo en uno en el que no les preocupan los efectos sobre los trabajadores, sino maximizar su influencia, su poder extractivo y sus ganancias», agregó Brogan. «Ahora es el momento de las estrategias internacionales y multisectoriales, porque se trata, en muchos casos, de empresas multinacionales más poderosas que los Estados, y no tienen ningún tipo de responsabilidad democrática, excepto para los trabajadores organizados».