Un hombre ruso de 28 años demandó a Bethesda, la empresa que lanzó el videojuego Fallout 4, argumentado que el juego es tan adictivo que le hizo perder su trabajo. De acuerdo a RT News, el jugador descargó el producto y lo jugó de forma excesiva durante tres semanas. Dejó de ir al trabajo y de hablar con sus amigos y familiares. En el transcurso de estas semanas, su esposa le habría pedido el divorcio, lo cual hizo que se refugiara aún más en el juego. Como resultado, el hombre desarrolló una gran dependencia psicológica, fue despedido de su trabajo y cayó en un profunda depresión, dejando de comer y dormir.
El gamer piensa que Bethesda Game Studios y la filial rusa SoftClub deben poner una etiqueta en su juego que advierta los riesgos de adicción. Por ese motivo, el hombre ha pedido 500,000 rublos de compensación (alrededor de $7,050 dólares) por daños psicológicos.
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“Si yo hubiera sabido que este juego era tan adictivo, habría procedido con más cuidado”, dijo el hombre en una entrevista. “No lo habría comprado o lo habría guardado hasta que saliera de vacaciones o hasta el año nuevo”.
Si la denuncia avanza, sería la primera vez que un caso de adicción a un videojuego llega a las cortes rusas. El resultado marcaría un precedente en la industria de juegos de ese país. Otros jugadores podrían demandar, en el futuro, a los desarrolladores por daño psicológico.
Desarrolladores en otros países están lidiando con problemas parecidos. En los Estados Unidos, un residente de Hawaii, Craig Smallwood, demandó a NCSoft por no haber colocado una etiqueta de advertencia en su videojuego Lineage 2. Smallwood afirma que las 20,000 horas que jugó al videojuego le causaron ansiedad y trastornos psicológicos, por lo que habría sido hospitalizado.
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