Un equipo de investigadores en China, que trabaja en el desarrollo de un “sol artificial” o tokamak, batió un importante récord de fusión de plasma al mantener este tipo de materia por unos 17 minutos a una temperatura de 70 millones de grados Celsius (126 millones de grados Fahrenheit), 2.6 veces más que la temperatura a la que arde el Sol (unos 27 millones de grados Celsius en su núcleo; 48.6 de grados Fahrenheit).
Nunca antes un tokamak había mantenido un plasma a esa temperatura por semejante cantidad de tiempo. El récord anterior correspondía al tokamak Tore Supra, de Francia, que mantuvo plasma a altísimas temperaturas por 390 segundos.
La proeza científica marca un importante avance para la consecución de una fuente de energía de fusión, que según los expertos daría a la humanidad una herramienta energética tan potente como el Sol, pero también mucho más segura que la energía nuclear.
Fusión y fisión parecen sinónimos, pero estos conceptos son opuestos. Mientras que la fisión es el proceso de separar un átomo de elementos pesados, la fusión consiste en unirlos para crear átomos más ligeros.
La fisión es el proceso que siguen centrales nucleares, en las que se utilizan como combustibles elementos escasos como el uranio o el plutonio. En cambio, para la fusión de un tokamak se usan elementos ligeros y relativamente comunes, como el deuterio. Además, este proceso no libera desechos radiactivos, sino helio, un gas inocuo.
La proeza de los científicos chinos fue detallada en un artículo para el Instituto de Física y Plasma de la Academia China de Ciencias, en el que explican que el Tokamak Superconductor Experimental Avanzado HT-7U (EAST) fue capaz de mantener un plasma por 1,056 segundos (17 minutos con 36 segundos). Nunca antes un tokamak había conservado una temperatura similar por más de 1,000 segundos.
El medio alemán Deutsche Welle destaca que el récord logrado por el tokamak chino marca un avance crucial en la carrera por la fusión nuclear. La idea general es imitar al Sol y dar a la humanidad una fuente de energía poderosa y sostenible.
Este tipo de energía podría sustituir a las centrales eléctricas de carbón, que aún mantienen una cuota sustancial en la producción de energía mundial.