Los volcanes de Hawaii o los devastadores terremotos en el cinturón de fuego del Pacífico se explican gracias a la Teoría de la Tectónica de Placas, que cobró fuerza en los años 1950. Y a pesar de los avances, la comunidad científica todavía no llega a un consenso sobre el origen de las placas.
Sin embargo, un investigador de la Universidad de Hong Kong asegura tener la respuesta. Alexander Webb, de la División de Ciencias de la Tierra y Planetarias, tiene una idea sobre cómo se formaron las placas de la capa exterior de la Tierra.
La Teoría de la Tectónica de Placas postula que la litósfera ─la capa externa de la Tierra─ se subdivide en placas, que se mueven una respecto a la otra, concentrando la mayor actividad a lo largo de los límites entre las placas, lo que da origen a los terremotos o formación de cordilleras.
A través de simulaciones, Webb postula que antes de que el caparazón de la Tierra “se rompiera”, formaba una sola unidad. Sin embargo, un calentamiento interno provocó que este caparazón se expandiera, generando una serie de grietas que formaron una red global, que terminaron subdividiéndolo en placas.
Teoría de la Tierra en Expansión
El modelo –aparentemente simple- se asemeja a ideas desacreditadas durante mucho tiempo y contrasta con los preceptos físicos básicos de la ciencia de la Tierra. Antes de la revolución tectónica de placas, las actividades de la Tierra y la distribución de los océanos y continentes se explicaban por una serie de hipótesis, entre ellas, la llamada “Tierra en expansión”.
Hasta entonces, los científicos afirmaban que los grandes terremotos, la formación de montañas y la distribución de masas de tierra eran el resultado de la expansión del planeta. Sin embargo, como la principal fuente interna de calor de la Tierra es la descomposición continua de los elementos radiactivos, a medida que avanza el tiempo, la expansión térmica es menos probable que la contracción térmica.
“La respuesta radica en la consideración de los principales mecanismos de pérdida de calor que podrían haber ocurrido durante los primeros períodos de la Tierra. Si la advección volcánica, que transportaba material caliente desde la profundidad a la superficie, era el modo principal de pérdida de calor temprana, eso lo cambia todo”, explicó Webb.
La evacuación en profundidad y la acumulación en la superficie eventualmente requerirían que el material de la superficie se hundiera, llevando el material frío hacia abajo. Este movimiento continuo hacia abajo habría tenido un efecto de enfriamiento en la litósfera temprana.