Un estudio demuestra que las serpientes que viven en la zona de exclusión de Fukushima podrían ser útiles para medir los niveles de radiación, resultado del desastre por la fusión de la central nuclear de la planta en 2011.
Los investigadores creen que las serpientes podrían servir como una suerte de monitores vivos de estos niveles, ayudados de GPS y etiquetas VHF.
La especie escogida para esta misión es la serpiente rata, que abunda en Japón y suele recorrer distancias cortas y acumular altos niveles de radionúclidos.
“Las serpientes son buenos indicadores de la contaminación ambiental porque pasan mucho tiempo en y sobre el suelo”, dice el autor del estudio, James C. Beasley.
“Tienen zonas de distribución pequeñas, son grandes depredadores en la mayoría de los ecosistemas y suelen ser especies relativamente longevas”.
El equipo logró capturar nueve de estas serpientes y les aplicó cinta adhesiva alrededor del cuerpo para fijar los transmisores GPS y las etiquetas VHF.
Luego se siguió a los reptiles mientras se acercaban a la zona de exclusión, aunque la mayoría no se movía mucho, ya que cada uno de estos ejemplares se desplazó apenas una media de 65 metros al día.
Los científicos pudieron identificar 1,718 localizaciones diferentes en total mientras seguían a las serpientes durante más de un mes.
El análisis demostró que estas serpientes podrían actuar como bioindicadores útiles de la contaminación, ya que hallaron una fuerte correlación entre los niveles de radiocesio en los ejemplares y los niveles de radiación en los parches de suelo que visitaban.
“Nuestros resultados indican que el comportamiento de los animales tiene un gran impacto en la exposición a la radiación y la acumulación de contaminantes”, agrega la autora Hanna Gerke.
“Estudiar cómo determinados animales utilizan los paisajes contaminados ayuda a aumentar nuestra comprensión de los impactos ambientales de enormes accidentes nucleares como los de Fukushima y Chernóbil”.