Un sarcófago de plomo es uno de los “importantes vestigios arqueológicos” encontrados durante los trabajos de reconstrucción de la catedral de Notre Dame. Según las primeras estimaciones, el ataúd “probablemente” data del siglo XIV.
Los hallazgos obligaron a detener la instalación de un andamiaje de 100 metros (328 pies) de altura, imprescindible para la reconstrucción de la aguja del templo parisino destruida por un incendio en 2019, informó el Ministerio de Cultura.
Para permitir una excavación “preventiva”, las autoridades aislaron el sitio, que corresponde a la intersección del pasillo principal de la estructura con el transepto, es decir, la nave transversal. Su piso reveló “vestigios de gran calidad científica”, agregaron.
Las labores iniciadas el 2 de febrero se extenderán hasta el 25 de marzo y tienen por finalidad determinar qué hay bajo una bóveda construida con bloques de piedra. La construcción tiene una fecha estimada en el siglo XVIII e incluye numerosos restos fúnebres, algunos de ellos del siglo XIII.
El misterioso sarcófago antropomórfico de plomo se halla “totalmente conservado”. Los expertos presumen que, por las características y la ubicación del féretro, podría tratarse de “un alto dignatario”, afirmo el ministerio en un comunicado de prensa.
Tras un primer vistazo con una pequeña cámara de video, el arqueólogo jefe Christophe Besnier reveló a la agencia France-Presse algunos detalles del interior de la tumba. “Se observan trozos de tela, pelo y, sobre todo, una almohada de hojas encima de la cabeza, un fenómeno conocido cuando se enterraba a los líderes religiosos”, contó.
Debajo de los escombros de Notre Dame se encontraron también piezas policromadas que podrían haber pertenecido a la mampara original de la catedral, construida alrededor de 1230 y destruida a principios del siglo XVIII.