En Rusia no quieren saber nada de reglamentos que rijan las acciones de los robots y se han negado de manera tajante a la creación de nuevas leyes respecto al uso de robots autónomos, sobre todo aquellos capaces de disparar y que se utilizan en conflictos bélicos.
El reporte de The Telegraph dice que Rusia no es el único país que se opone a este tipo de nuevas reglas. Sin embargo, el argumento de los delegados rusos es que el sistema de inteligencia artificial que utilizan los robots es demasiado bueno como para necesitar de leyes creadas a la medida.
Según Rusia, estos robots armados poseen “un alto nivel de autonomía para operar dentro de diversas situaciones y mantener un nivel apropiado de selectividad y precisión”. Dicho de otra forma, los algoritmos actuales son suficientes para que un robot sepa distinguir entre enemigo y aliado, y disparar solo al primero de ellos.
El pronunciamiento de Rusia no ha encontrado apoyo del resto de países que se han dado cita ante las Naciones Unidas para tratar el tema de los robots autónomos de combate. Y de acuerdo a los representantes de la Cruz Roja Internacional, el asunto es importante para no quedar a merced de que “un algoritmo decida quién debe morir y quién debe vivir”.
La regulación sobre este tipo de robots es pertinente luego de que Gobiernos como el de Libia ya han utilizado drones de combate en contra de soldados humanos en retirada. Precisamente, derivado de este hecho las Naciones Unidas ya han realizado advertencias con el fin de explicitar los problemas que acarrean las máquinas militarizadas que pueden actuar a base de lo que diga su programación.