En Estados Unidos, una araña que proviene de Asia comienza a multiplicarse por el territorio; los expertos advierten que podría llegar a colonizar toda la costa este de la nación norteamericana. La protagonista de esta historia es la araña Jorō (Trichonephila clavata), que se halla en Japón, Taiwán, China y Corea del Sur.
También se les conoce como arañas gigantes, pueden llegar a medir ocho centímetros (el tamaño de la palma de una persona adulta) y tienen un color azul profundo con amarillo vibrante. Los científicos creen que este arácnido se podría extender debido a su resistencia a las bajas temperaturas.
La araña Jorō fue avistada por primera vez en 2013 en Georgia, Estados Unidos; nueve años después ya es considerada una plaga en ese territorio, además de Carolina del Sur y parte de Alabama. Según la Universidad de Georgia, estas arañas van a “estar por todas las líneas eléctricas, en los árboles de la ciudad e incluso en el porche de tu casa el próximo verano”.
De acuerdo con los investigadores, estos arácnidos viajan en los contenedores de transporte que se importan desde Asia. La buena noticia es que esta especie invasora no es agresiva y solo muerde en defensa propia. También, su picadura se asemeja a la de una abeja, por lo que no es peligrosa para los humanos. Además, se descarta que generen un impacto en los ecosistemas locales.
“La gente debería aprender a convivir con ellas. Si te estorban, literalmente, puedo ver que hay que quitar una telaraña y moverlas a un lado, pero simplemente van a volver el año que viene”, explica Andy Davis, investigador de la Universidad de Georgia.