Aunque muchas veces se usan como sinónimos, en el sentido estricto del término hay profundas diferencias entre ambos la moneda digital y las criptomonedas. En especial hoy, con El Salvador como el primer país en reconocer al bitcoin como una divisa legal, entender las diferencias entre moneda digital, dinero virtual y criptomonedas resulta clave para tomar decisiones adecuadas.
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¿Qué tienen en común el dólar, el euro o el yen? Que son un tipo de dinero fiat o por decreto. Se llaman así porque solo necesitan del respaldo de un Estado que legitime su circulación y son reconocidas en todo el mundo para facilitar el intercambio. A diferencia de lo que ocurría a inicios del siglo pasado, su valor no está respaldado en el oro, sino que este se adquiere a partir de la confianza que el mercado tiene en su emisor.
Sin embargo, el predominio de estas monedas se ha visto amenazado en fechas recientes por otros actores: las criptomonedas y, en mucha menor medida, el dinero virtual. A continuación, repasamos las principales características de las monedas digitales, el dinero virtual y las criptomonedas para que conozcas sus diferencias.
Moneda digital (CBDC)
En general, las monedas digitales son aquellas emitidas y respaldas por los bancos centrales de los países, por lo que pueden ser consideradas como dinero de curso legal. Conocidas como CBDC, son la contraparte electrónica de los billetes y monedas físicas.
Se trata de instrumentos digitales de alta seguridad. Al igual que los billetes de papel, son un medio de pago, una unidad de cuenta y un depósito de valor. Además, cada unidad es identificable para prevenir la falsificación. De esta manera permiten el intercambio entre pares, son universales, anónimas y no generan intereses.
Pero al ser digitales, podrían incorporar algunos cambios, como restringirlas a un determinado grupo —como lo hace China en sus pruebas—, algunas transacciones basadas en cuentas podrían ser rastreadas fácilmente y pagar intereses.
Las CBDC todavía están en fases iniciales, pero más de 80 por ciento de los bancos centrales del mundo ha considerado impulsarlas.
En 2020, Bahamas implementó el dólar sand, un equivalente del dólar local. Sin embargo, el punto de inflexión llegó en abril de 2021, cuando China se transformó en la primera gran economía en lanzar pruebas con el e-CNY o yuan digital; en julio de 2021, la Unión Europea dio luz verde al euro digital; mientras que el dólar digital estadounidense inició pruebas preliminares en mayo de 2021.
Moneda virtual
Otro tipo son las monedas virtuales. El mejor ejemplo son los oros o tokens del juego World of Warcraft (WOW), cuyo valor incluso ha superado al del dólar estadounidense. En términos simples, son emitidas por un desarrollador y solo pueden ser usadas por miembros de la misma comunidad virtual.
Las monedas virtuales pueden ser cerradas o ficticias cuando no tienen ninguna conexión con la economía real, como ocurre en el caso de WoW. Es decir, solo sirven para operar dentro de la propia comunidad.
Pero también pueden tener una aplicación en la vida real. Por medio de acciones, los usuarios de una comunidad acumulan monedas —o recompensas—, que les sirven para comprar productos dentro del emisor de estas monedas, como las Amazon Coins, Microsoft Points, Nintendo Points, Facebook Credits, entre otras.
Criptomonedas (o monedas virtuales convertibles)
Un tercer tipo son las criptomonedas. Aunque en rigor son un tipo de moneda virtual, una de sus mayores características es su carácter descentralizado.
Basadas en la tecnología blockchain o cadena de bloques que registra y valida las transacciones, entre sus principales exponentes se encuentran bitcoin y ether.
Las criptomonedas son atractivas porque están desvinculadas de las decisiones de las autoridades de un país o entidad: no hay un organismo que las emita, sino que en teoría cualquier persona puede “minarlas”. Además, las criptomonedas permiten ocultar la identidad de los usuarios, lo que garantiza anonimato de las transacciones.
Su principal inconveniente es su extrema volatilidad debido a que no están ancladas a ningún valor ni organismo. Muestra de ello han sido las variaciones que ha experimentado a partir de las zigzagueantes declaraciones del director ejecutivo de Tesla Elon Musk.
Para hacer frente a este problema, se han desarrollado iniciativas destinadas a crear monedas estables o stable coins, un tipo de criptoactivo cuyo valor está vinculado a un anclaje externo. La mayoría todavía se encuentra en fase experimental.
Pese a ello, el 7 de septiembre de 2021, el bitcoin se transformó en una moneda oficial en El Salvador, convirtiéndose en el primer país en tomar una medida de esta naturaleza. Los ciudadanos salvadoreños podrán pagar impuestos en esta criptomoneda y las tiendas deben mostrar sus precios en bitcoins.
Como toda innovación, el proceso del #Bitcoin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Todo camino hacia el futuro es así y no se logrará todo en un día, ni en un mes.
Pero debemos romper los paradigmas del pasado. El Salvador tiene derecho a avanzar hacia el primer mundo.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) September 6, 2021
Para poner en marcha esta iniciativa, el gobierno implementó Chivo Wallet, su billetera oficial de bitcoin y dólar. Un experimento con resultados todavía inciertos, considerando el débil sistema financiero del país centroamericano y que más del 70 por ciento de la población no posee una cuenta bancaria.