Mucha gente le teme a los insectos a pesar de su tamaño pequeño, pero estos seres fueron en algún momento mucho más grandes y en consecuencia más terroríficos.
Si hace unos meses conocimos el caso de un escorpión del tamaño de un perro que vivió en China hace 435 millones de años, ahora nos llega la noticia de un diplópodo aún más grande. Un equipo de paleontólogos descubrió en una playa de Inglaterra un segmento fósil de un milpiés que pudo medir 2.7 metros de largo (aproximadamente la longitud de un automóvil) y pesar 50 kilos.
El espécimen, que se encontró de casualidad en 2018 en un gran bloque de arenisca que había caído de un acantilado en una playa de Northumberland, a unas 40 millas al norte de Newcastle, está formado por múltiples segmentos de exoesqueletos articulados, morfología similar a la de los milpiés actuales.
El fósil pertenece a la especie Arthropleura, de la que hasta la fecha solo se habían encontrado dos ejemplares de mucho menor tamaño. Los investigadores creen que para llegar a ser tan grande el animal tuvo una dieta rica en nutrientes, formada de nueces y semillas nutritivas. También pudieron ser depredadores que se alimentaban de otros invertebrados y de pequeños vertebrados como anfibios.
Los investigadores consideran que la gran cantidad de oxígeno que había en la atmósfera durante los periodos Carbonífero tardío y Pérmico, junto con la falta de depredadores, también pudo influir en su tamaño descomunal. En cuanto a la causa de su extinción, aunque aún no está clara, se estima que pudo deberse al calentamiento global o a la aparición de reptiles depredadores.