Si eres fanático de los hoteles extravagantes, entonces éste seguro que se ubicará en lo alto de tu lista.
De hecho, si estás pensando pasar la noche en algún hotel, ¿qué te parecería la idea de dormir en una habitación flotante en medio del mar? ¿O más bien, en una habitación con techo de cristal para que puedas mirar las estrellas antes de soñar y dormir plácidamente? ¿O un hotel flotante a varios kilómetros de una bahía que te llevaría a una isla al amanecer?
Pues bien, este ambicioso plan se ha convertido en una realidad, según el operador del Huis Ten Bosch, un parque temático de inspiración neerlandesa cerca de Nagasaki, en Japón.
Según se informa, cada cápsula flotante tiene dos niveles: uno inferior para relajarse y comer, y uno superior con una cama desde donde se puede observar el cielo estrellado.
Pensado y dirigido directamente para aquellos que disfrutan de las ofertas más peculiares de la vida, la habitación de este hotel acuático sale de la orilla del parque Huis Ten Bosch en la noche.
Desde allí, flotará a una distancia de aproximadamente 4 millas (6 km) a través de la bahía hasta llegar a una pequeña isla donde podrás pasar el día siguiente disfrutando de una serie de atracciones todavía no construidas.
Después, una segunda noche te devolverá a través del agua de nuevo a Huis Ten Bosch.
Eso sí, los posibles inconvenientes tienen que ver con el clima y si el tiempo se pone malo, aunque en tales casos es probable que ofrezcan un alojamiento alternativo en terreno más sólido y estable.
Y a menos que incluyan algún plan con lanchas rápidas, tendrás que olvidarte también de llamar al servicio de habitaciones.
Los que están detrás del proyecto ambicioso aún no han revelado cómo las cápsulas flotantes llegarán a su destino de una manera fiable, un aspecto muy importante si quieren tranquilizar a los huéspedes y asegurarles de que realmente despertarán en un lugar a cuatro millas de distancia, en lugar de a 40.
Además, se espera que una noche en una de estas cápsulas cueste alrededor de 35,000 yenes ($ 315 dólares).
El parque Huis Ten Bosch de Japón parece decantarse, y mucho, por los hoteles peculiares.
De hecho, hace dos años se anunció el lanzamiento de un hotel totalmente integrado por robots. Las características incluyen un robot para comprobar, gracias a la tecnología de reconocimiento facial, las cerraduras de las puertas, un robot/conserje para cada huésped y paneles de sensores que detectan el calor del cuerpo y ajustan la temperatura de la habitación.