Los científicos aseguran que tienen evidencia de 20 millones de años del gusano Bobbit, uno de los animales más temibles y extraños del fondo marino.
El gusano Bobbit, que puede alcanzar los 3 metros de largo, cava una madriguera en el lecho marino y solamente deja expuesta su boca.
Cuando se acerca una presa, sale rápidamente de su madriguera. Con sus poderosas mandíbulas arrastra la víctima a su guarida, donde se la come viva.
Peces, calamares, pulpos, crustáceos y hasta pequeños tiburones son algunas de sus víctimas.
Aunque este tipo de poliquetos eunícidos han existido desde el Paleozoico temprano (hace 541 millones de años), dado que sus cuerpos principalmente son de tejido blando, los registros fósiles son escasos.
Y debido a que los gusanos Bobbit solo extienden una pequeña parte de su cuerpo fuera del sedimento, las observaciones sobre su comportamiento debajo del lecho marino son difíciles.
Primer registro fósil
Sin embargo, un grupo de investigadores asegura que ha descubierto la que podría ser una madriguera de un gusano Bobbit en las costas de Taiwán, según un artículo publicado en la revista Nature.
El registro consiste en una madriguera en forma de L de hasta 2 metros de largo y de 2 a 3 centímetros de diámetro, con estructuras parecidas a plumas alrededor del eje superior.
Según los investigadores, este fósil podría estar asociado con poliquetos eunícidos que habrían vivido hace unos 20 millones de años.
Se trataría del registro fósil de madrigueras usadas por depredadores de emboscadas como el gusano Bobbit.
Hasta ahora, solo había rastros que daban cuenta de comportamiento de caza de invertebrados como los trilobites (artrópodos) o gasterópodos (moluscos).