El 25 por ciento del contingente del Ejército británico podría ser un robot en el año 2030. No solo eso, sino que además podrían portar armas… aunque solo los humanos decidirán cuándo dispararlas.
Así lo reveló el jefe de Defensa del Reino Unido, el general Nick Carter, quien entregó detalles del proyecto para incluir máquinas autónomas o controladas de forma remota en el futuro próximo.
El Ejército tiene actualmente 73,870 soldados, una cifra inferior al objetivo de 82,050.
“Creo que podemos tener un ejército de 120,000 (efectivos), de los cuales 30,000 podrían ser robots, quién sabe”, afirmó Carter, en declaraciones a la cadena Sky News.
Más allá de las cifras, el militar agregó que “necesitamos abrir nuestras mentes a quizás números que no determinen lo que deberíamos hacer, sino que deberíamos buscar el efecto que podemos lograr”.
Según The Guardian, la guerra de robots era parte importante de una propuesta del Ministerio de Defensa británico para contar con un presupuesto quinquenal, pero las negociaciones han sido pospuestas debido a la pandemia del coronavirus.
Carter dijo que el Ministerio de Defensa estaba abogando por un presupuesto plurianual porque necesitaba una inversión a largo plazo.
“La modernización significa esencialmente que va a estacionar algunas capacidades, tal vez de la era industrial, y desea esperar algunas de las capacidades que necesita para la era de la información”, sostuvo.
Cómo serían los robots
Según The Guardian, citado por Gizmodo, parte de la tecnología que está desarrollando el Ministerio de Defensa británico es el dron i9.
El i9 es operado por humanos y es capaz de volar en interiores y usar inteligencia artificial para encontrar e identificar objetivos.
Además, tiene escopetas dobles. Sin embargo, no puede disparar estas escopetas por sí solo, según la política del Ministerio de Defensa. Un operador humano lo decide.
Debido a que se opera de forma remota, está diseñado para operaciones de asalto, es decir, un lugar donde fuerzas enemigas están ocultas.
Se trata de las operaciones militares más peligrosas, que suelen tener un gran número de víctimas.
El objetivo del Reino Unido es que el i9 tenga la capacidad de derribar a otros drones y reemplazar sus escopetas con un cohete o una ametralladora.