Así como existe el Reloj del Juicio Final, que marca los minutos que le quedan a la humanidad antes de su propia destrucción (de manera metafórica, claro), existe el “glaciar del juicio final”, aunque este último es un peligro real.
Con una superficie similar a la de Reino Unido o al estado de Florida, esta masa de hielo gigantesca, que en realidad se llama Thwaites, atraviesa un tramo de 120 kilómetros de costa helada y se extiende a una profundidad de aproximadamente 800 a 1,200 metros en su línea de conexión a tierra, donde pasa de ser una masa de hielo adherida a la tierra a una plataforma de hielo flotante en el mar de Amundsen. Su derretimiento progresivo contribuye con 4 por ciento del aumento en el nivel del mar anualmente.
Este glaciar se ubica en la Antártida Occidental y es el más ancho del mundo. Pero ¿por qué le llaman “glaciar del juicio final? Porque su derretimiento podría desencadenar una cascada de colapso glaciar en la Antártida, y las últimas investigaciones del continente helado sugieren que ello podría ocurrir incluso antes de lo esperado.
En diciembre de 2021, el grupo internacional de científicos dedicado a la investigación de este glaciar anunció que detectó nuevas grietas en la plataforma de hielo oriental de Thwaites. Asimismo, advirtió que partes de esa plataforma podrían colapsar en tan solo cinco años, acelerando el movimiento del hielo tierra adentro hacia el mar y eventualmente causando que los niveles del mar aumenten varios pies.
El calentamiento del océano no solo está derritiendo Thwaites desde abajo, sino que también está aflojando el agarre del glaciar sobre el monte submarino sumergido, haciéndolo aún más inestable. A medida que el glaciar se debilita, se vuelve más propenso a las fracturas superficiales que podrían extenderse hasta que toda la plataforma de hielo se rompa “como la ventana de un automóvil”.
Durante la última década, las observaciones de Thwaites mostraron que el glaciar está cambiando más dramáticamente que cualquier otro sistema de hielo y océano en la Antártida debido al cambio climático inducido por el hombre y al aumento del calentamiento en la atmósfera y los océanos de la Tierra.
Thwaites ya ha perdido aproximadamente 900,000 millones de toneladas métricas de hielo desde 2000; su pérdida anual de hielo se ha duplicado en los últimos 30 años, y ahora pierde aproximadamente 45,000 millones de toneladas métricas más de hielo que el que recibe en forma de nevadas al año, según la Colaboración Internacional de Glaciares Thwaites (ITGC).
Algunos estudios han demostrado que gran parte de la Antártida Occidental ya puede estar en un camino de fusión imparable, pero el momento específico no está claro.
Por eso, actualmente el equipo de científicos continúa realizando investigaciones en terreno, pues tienen como objetivo obtener urgentemente una mejor comprensión de lo que está sucediendo cerca de la línea de tierra del glaciar. Ahí es donde el hielo glacial se encuentra con el lecho marino, o donde el hielo flotante se encuentra con el hielo terrestre. Junto con ello pretenden analizar el destino de algunas de las ciudades más pobladas del mundo, desde Nueva York hasta Mumbai.
Las condiciones en ese lugar ayudarán a los científicos a modelar el futuro probable del glaciar. La topografía del lecho marino de la Antártida Occidental es tal que, si la plataforma de hielo se derritiera significativamente o incluso colapsara, el agua cálida podría fluir hacia el interior y derretir el hielo terrestre.
Esto significa que, si la plataforma de hielo se rompe, abrirá el camino para que las cantidades masivas de hielo interior que retiene, como un tope de puerta o un corcho en una botella de vino, fluyan más rápido hacia el mar. Esto elevaría el nivel del mar, con consecuencias potencialmente catastróficas en las ciudades costeras de todo el mundo.
El equipo de científicos e ingenieros planea usar perforación con agua caliente para generar pozos a través de la plataforma de hielo y así observar el agua debajo. También utilizarán pequeños submarinos no tripulados para tomar lecturas bajo el hielo y obtener más información sobre la temperatura del agua, la salinidad y las corrientes oceánicas en áreas que son críticas para estabilizar el glaciar.
Si las temperaturas del océano justo debajo de la plataforma de hielo están por encima del punto de congelación, derretiría la plataforma de hielo desde abajo. Esto ha estado ocurriendo en partes del glaciar Thwaites, según las lecturas satelitales y los extensos estudios de campo realizados hasta ahora.